San Lorenzo no tiene paz. Tras el triunfo contra Unión en Santa Fe, el equipo dirigido por Fernando Berón volvía a jugar frente a su gente con el objetivo de seguir en levantada frente a Patronato de una temporada regular. Pero el piso para Boedo todavía no apareció.
La calma duró un suspiro. El gol del equipo rival en el primer tiempo provocó el enojo generalizado. Hubo insultos contra la Comisión Directiva, puntualmente contra Matías Lammens, vicepresidente del club y ministro de Turismo de la Nación.
En el entretiempo la furia volvió a florecer. Casi un centenar de hinchas se agolparon en la puerta del palco Presidencial, ubicado en el corazón de la Platea Norte: pedían elecciones y “que se vayan todos”. Los acusan de “mandar al descenso” al club.
Tras los insultos, el acceso al lugar que ocupan las autoridades del club. No está confirmado que Lammens estuviera en ese lugar.
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