“Superar las señales que emiten nuestros cuerpos cuando estamos enfermos para seguir trabajando provoca el agotamiento del ego, una disminución gradual de nuestra fuerza de voluntad y fuerza mental que luego lleva tiempo recuperar”, asegura un reciente estudio del Trinity College de Dublin, en Irlanda, que revela por qué mucha gente decide ir a trabajar aún sabiendo que está enferma. ¿Por qué suceden estas cosas?
Es posible que tras los años de pandemia con el Covid, algo haya cambiado en las rutinas de los trabajadores. Antes del virus, mucha gente solía acudir al trabajo incluso estando con gripe. Ahora, un estudio ha revelado que existe al menos una razón por la que los trabajadores van enfermos.
La razón clave según el estudio que se ha llevado a cabo tras un análisis diario durante dos semanas con 126 empleados que trabajan de forma remota, no es otra que no haber alcanzado sus objetivos laborales diarios. No solo eso. El estudio también encontró que trabajar cuando se está enfermo tiene un efecto negativo en el desempeño laboral al día siguiente.
En pandemia, el personal médico realiza su trabajo en condiciones extenuantes.
“Si bien puede parecer una buena idea trabajar a pesar de estar enfermo para cumplir con los objetivos laborales, nuestra investigación muestra que esto tiene un efecto en cadena para el desempeño de los trabajadores remotos al día siguiente, ya que el presentismo agota la energía psicológica de los empleados, que no puede ser completamente recuperado después del trabajo”, dijo uno de los autores, el psicólogo Wladislaw Rivkin.
El trabajo de campo del equipo interdisciplinario que realizó el estudio partió de una base: elegir participantes que procedían de distintas profesiones y oficios. Luego se recopiló un total de 995 puntos de datos que medían la salud física, los objetivos laborales y las horas de trabajo. Y ahí apareció el vínculo entre tener trabajo por terminar y continuar mientras se está enfermo.
el estudio sugiere que los jefes deben desalentar que los empleados vayan a trabajar estando enfermos porque eso genera un efecto en cadena que empeora la producción.
Ante esto el estudio arroja una sugerencia: los jefes deben desalentarlo activamente y evitarlo ellos mismos. Un enfoque podría ser reducir la carga de trabajo o cambiar las tareas asignadas al personal. Para Rivkin, “si los empleados se involucran en el presentismo, deberían trabajar en tareas que son inherentemente agradables en lugar de tareas tediosas que agotan aún más su energía”.
El estudio también subraya que querer mantenerse al día con las cargas de trabajo no es la única razón por la que las personas no se toman días por enfermedad. Para muchos, seguir trabajando es simplemente una necesidad económica: necesitan el dinero y corren el riesgo de perder sus puestos si no se presentan.