“En el 2015 me inicié con las aplicaciones selectiva, primero con un equipo y cuando vi el ahorro importante de producto que lograba compré el segundo equipo. Además tengo máquinas en el norte y la verdad que el beneficio es notable”, dice Adrián Alberti, de Lonquimay, La Pampa, contratista de pulverización, fertilización y asesor de empresas agropecuarias.
“De las dos tecnologías disponibles en el mercado, opté por Weed Seeker porque los ahorros son reales, y para la conservación del medio ambiente es un sistema beneficioso” explica.
“Con el sistema selectivo en lugar de distribuir 100 litros, uno aplica solo 20 o 30 litros, y entonces comienzan a cambiar todos los conceptos que se manejaban hasta ese momento”, agregó.
Alberti, trabaja con 15 pulverizadoras de las cuales 2 están equipadas para hacer aplicaciones selectivas. “El equipo para selectivas se monta y se desmonta en caso de necesitar el cambio de máquina”, aclaró.
Ahora se imponen las aplicaciones selectivas debido al aumento de los precios de los herbicidas y la escasez de algunos de ellos.
“Por año, con cada equipo se hacen unas 15.000 hectáreas y en base a mi experiencia en Salta, en La Pampa, en Buenos Aires, y en el sur de Córdoba creo que recién ahora comienzan a imponerse las selectivas. Acá en el oeste la dinámica de las malezas es distinta que en el norte y se trabaja con más herbicidas pre emergentes residuales y entonces no se aprovechan tanto los beneficios de esta tecnología”, indicó.
De todas maneras, estimó que su difusión será propiciada por el aumento del precio de los agroquímicos como una manera de controlar la suba de los costos en las aplicaciones.
Las aplicaciones dirigidas exigen un uso cuidadoso del equipo y un ajuste preciso de la aplicación
Las aplicaciones selectivas tienen que ser de muy buena calidad, “porque se le dispara precisamente al blanco. Es como un disparo de revólver a un punto determinado en cambio la cobertura total, es como tirar con una escopeta a la espera de que algún perdigón le pegue al objetivo”.
“Se matan las malezas que tienen 10 cm y quedan las que tiene 2 cm, que en unos días tendrán 10 cm, y por ello no es fácil acostumbrarse a manejar esos lotes, de manera totalmente diferente. Con un doble barral en la pulverizadora, simultáneamente se puede aplicar un pre emergente en cobertura total y así quedan los lotes limpios”.
Equipo con doble circuito, uno para selectivas y otro para pre emergentes en cobertura total
Otro experimentado en selectivas es Fabio Knell, contratista en la zona de Tandil desde 2008, quien explica: “a principios del año pasado decidimos la incorporación del sistema selectivo, en función de su menor impacto ambiental debido a la cantidad de producto que no se echa de más, lo cual produce además aun ahorro importante de costos”.
“El equipo que utilizo, un WeedSeeker 2 que es el primero en la zona, aunque para el lado de la costa hay otras unidades en operación”, dice Knell, y cree que el sistema ganará difusión con el tiempo, “más aún con el valor de los insumos y falta que hay de algunos de ellos”.
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“Lo implementamos en junio del año pasado para el repaso de barbecho y en escape de malezas, después de las aplicaciones generales y la novedad es que permite trabajar sobre cultivos implantados, es decir de verde sobre verde”, comentó.
El equilibrio del barral para lograr que su altura permanezca constante limita la velocidad de avance del equipo.
Han hecho limpieza de cebada con muy buenos resultados en control de raigrás resistente y algún otro tipo de maleza. Esto fue en períodos iniciales del cultivo con el sistema de lectura por NDVI (índice verde y diferencia distintos tonos) con un punto de saturación. “Cuanto más lejos de ese punto de saturación se esté será mejor la diferenciación de la maleza”, detalla Knell.
“Las aplicaciones selectivas requieren de un enfoque agronómico distinto al empleado en el concepto tradicional, y permiten trabajar con productos caros ya que las cantidades serán mucho menores, y mejor aplicados para el control de las malezas resistentes. Esto implica asumir el costo de una pasada adicional, pero con un consumo de producto mucho más bajo”.
“Se pueden hacer aplicaciones con productos para malezas estándar seguidas de una aplicación para las resistentes con un producto específico que se distribuye en un 10 o 15 o 20% de la superficie. “Hay lotes en los que ahorramos un 60% y otros que ahorramos un 90% y todo depende del manejo agronómico que se practique. Con la gimnasia y la experiencia se logran resultados cada vez mejores” dice Knell.
En la zona de Trenque Lauquen. la Ingeniera Agrónoma Anastasia Gastaldi, quien es asesora de empresas, trabaja con Weedit y explica que arrancó con esta tecnología en la campaña 21-22: “El ahorro promedio con las aplicaciones selectivas fue de 75% real, la mayoría con buenos controles y algunas con errores, (no se controló lo que se quería controlar), propios del aprendizaje del primer año”.
“Algo a tener en cuenta”, consigna, “es que quien maneja el equipo influye de manera decisiva en el éxito de la aplicación”.
