El campeón está más vivo que nunca. Después de un arranque de temporada irregular y con varios problemas en su auto, en el que firmó dos abandonos y un triunfo en las primeras tres fechas del año, Max Verstappen consechó este domingo su segunda victoria consecutiva al coronarse en la primera edición del Gran Premio de Miami, quinta cita del calendario de la Fórmula 1, y dejó en claro que está listo para luchar con garras y dientes para defender el título que cosechó el año pasado.
En medio del show que se montó en el circuito callejero del Hard Rock Stadium, con la presencia de muchísimas celebridades y un despliegue alrededor de la pista que transformó al público en uno de los grandes protagonistas del fin de semana, el neerlandés de Red Bull se impuso en una carrera extremadamente demandante desde lo físico y relegó a los Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz al los escalones más bajos del podio. Y como también marcó el récord de vuelta en la final, se llevó 26 puntos, que le permitieron achicar aún más la distancia con el monegasco, que sigue liderando el campeonato.
Pero claro, la ventaja que hasta hace dos carreras era de casi 50 puntos (Leclerc se anotó un 1-2-1 en las primeras tres en Bahréin, Arabia Saudita y Australia y le sacó 46 a Verstappen) ahora es de apenas 19.
Leclerc, segundo, sigue liderando el campeonato, pero Verstappen se llevó 26 puntos y se acercó mucho. Foto REUTERS/Ricardo Arduengo
Es que el Mad Max cosechó 60 puntos en las últimas dos fechas. Hace dos semanas arrasó en el Gran Premio de Emilia Romagna, en Imola, donde hizo la pole, ganó el novedoso Sprint y se impuso en la final, con la mejor vuelta, para llevarse 34 unidades y quedar a 27 del de Ferrari. Y en Miami, aunque Leclerc fue más rápido en la clasificación e hizo la pole, el neerlandés se quedó con la prueba más importante, que tuvo pocas emociones al principio, pero un final de mucha tensión.
Bajo amenazas de lluvias y tormentas -que no pasaron de eso-, el de Red Bull largó tercero, detrás de Leclerc y Sainz, y en la primera curva superó al español para quedar como escolta del monegasco. El de Ferrari lideró durante las primeras nueve vueltas, pero empezó a sufrir con la degradación de sus neumáticos y Verstappen le robó la punta, con una gran maniobra en la recta de salida, aprovechando el DRS. Entonces empezó otra carrera.
Porque el neerlandés se acomodó adelante, fue ampliando la distancia con Leclerc y hasta acertó la estrategia de entrada a boxes para ceder el primer lugar solo momentáneamente (lo hizo en el 26° giro, después del monegasco, pero justo antes de Sainz y su compañero Sergio Pérez, que marchaba cuarto).
Pero cuando parecía que el campeón tenía el triunfo en el bolsillo, un toque entre Pierre Gasly y Lando Norris, que vio como su McLaren perdía un neumático y quedaba fuera de competencia, obligó el ingreso del Auto de Seguridad.
En el relanzamiento, Leclerc, que había llegado a estar a más de siete segundos de la posición de privilegio, salió a presionar a Verstappen y se acercó mucho. Pero el neerlandés supo aguantar los ataques de su rival, sobre todo en las zonas de DRS, y vio primero la bandera a cuadros, seguido por Leclerc y Sainz.
Detrás del podio se ubicaron Pérez (Red Bull); los Mercedes de George Russell y Lewis Hamilton (que volvió a terminar enojado con su equipos tras disentir sobre la estrategia de boxes mientras estaba el Safety Car en pista); Valtteri Bottas con Alfa Romeo; Esteban Ocon y Fernando Alonso con Alpine; y Alexander Albon, con Williams.
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“¡Qué carrera! Muy dura, pero muy buena. Una buena recuperación desde el inicio del fin de semana, así que podemos estar orgullosos de ello”, celebró Verstappen con ganas tras cruzar la meta. “Creo que necesito un trago”, remató entre risas al bajarse del auto minutos más tarde.
“Estoy increíblemente feliz de haber ganado. Fue un domingo impresionante para nosotros”, aseguró Mad Max.
Leclerc, en tanto, aseguró: “Fue una carrera muy difícil físicamente. Tuvimos algunos problemas con los neumáticos medios en el comienzo. Al final estuvimos más competitivos con las gomas duras y pensé que podría alcanzar a Max en un momento dado, pero hoy tenían ventaja en cuanto a ritmo. Necesitamos seguir empujando, ojalá podamos dar un gran paso adelante ahora”.
El monegasco sigue mandando en el campeonato con cierta comodidad. Pero se fue de Miami con la certeza de que esos 19 puntos que ahora le lleva a Verstappen pueden desaparecer muy rápido. Es que el neerlandés, cada vez más cómodo arriba de su Red Bull, está en racha. Lleva 60 unidades ganas en las últimas dos carreras y este domingo, consiguió una victoria que podría marcar el principio de un quiebre en el campeonato.
La temporada recién empieza y quedan muchas citas por delante: la próxima, el Gran Premio de España, el 22 de mayo en Catalunya. Verstappen es conciente que no le será fácil defender el título. Pero al menos ahora parece encaminado en la dirección correcta.
