En una audiencia realizada este martes para tratar un acuerdo de juicio abreviado, fueron condenados los tres imputados por el violento robo al policía federal Daniel Osvaldo Bravo (37) y su pareja, en la localidad de Colombres (Cruz Alta). El hecho, ocurrido el 27 de octubre del año pasado, terminó con la muerte de uno de los jóvenes asaltantes a raíz del fuego cruzado que se desató entre los delincuentes y el uniformado.
El Ministerio Público Fiscal, las víctimas y las defensas técnicas pactaron que Jesús Leonel Fagioli (18), Dante Alexis Soria (18) y Pablo Agustín Lazarte (18) reciban la pena de seis años y ocho meses de prisión de cumplimiento efectivo, más accesorias legales y costas procesales. Se los consideró coautores materiales y penalmente responsables del delito de robo doblemente agravado por haberse cometido en despoblado y en banda, y con el uso de armas de fuego.
La causa estuvo a cargo de la Unidad Fiscal de Homicidios II, dirigida por Carlos Sale. El auxiliar de fiscal Juan Pablo Godoy expuso los términos del convenio. Detalló cómo sucedió el hecho y enumeró las evidencias recolectas, entre ellas, las declaraciones testimoniales y la actuación del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del MPF, que en la escena tomó muestras a manchas pardo rojizas y levantó vainas servidas, además de confeccionar los informes planimétrico, balístico y de autopsia.
Por último, luego de que los imputados reconocieran su autoría, el juez actuante decidió aceptar el convenio de juicio abreviado y ordenó el alojamiento de los mismos en el penal de Villa Urquiza.
El caso
El 27 de octubre del 2021, alrededor de las 23:00 horas, el policía federal Daniel Osvaldo Bravo (fuera de servicio y vestido de civil) y su pareja, se trasladaban en moto de regreso a su casa, cuando al llegar al acceso a la localidad de Colombres, a la altura del kilómetro 11, fueron interceptados por tres rodados en los cuales se desplazaban Pablo “Poti” Lazarte, Dante Alexis Soria, Jesús Leonel Fagioli, Ezequiel Lautaro Autalán y otros dos autores desconocidos.
A punta de pistola y bajo amenazas de muerte, le exigieron a la pareja sus pertenencias. Bravo detuvo la marcha, situación que fue propicia para que los imputados aprovecharan para apoderarse del rodado y del teléfono de la víctima.
Uno de los atacantes advirtió que Bravo era empleado policial, por lo que empezó a gritar “quemalo, quemalo que es rati, mirale la chapa”, iniciándose así un fuego cruzado luego de que el uniformado le diera la voz de “alto policía”, esgrimiendo su arma reglamentaria y efectuando múltiples disparos para repeler el ataque. Uno de esos disparos impactó en Autalán, quien falleció en el lugar, mientras que Soria fue herido de bala y derivado al Centro de Salud.