Una mujer kurda evitó que la deportaran a Irak desde Reino Unido por tener un tatuaje de Los Beatles. La solicitante de asilo de 28 años lleva en su hombro un verso de “Blackbird”, el tema escrito por Paul McCartney en 1968.
“Toma estas alas rotas y aprende a volar” es la frase marcada. La mujer, de la cual no se conoce el nombre, argumentó que, de ser deportada, correría riesgos de sufrir daños porque en su tierra natal podrían percibirla como una “mujer completamente occidentalizada”. Sería perseguida por su familia y la sociedad, dijo, ya que ya no sigue el Islam.
“Me sentía atrapada como un pájaro enjaulado mientras vivía con mi familia. No me permitieron vivir libremente como lo estoy haciendo hoy. También siento que desde que llegué al Reino Unido soy independiente y libre, ya que no tengo a nadie que me controle”, sostuvo la mujer, según recoge el Daily Mail.
McCartney, el autor de la letra de “Blackbird”. Foto: AFP
Teniendo en cuenta que “el arte corporal se percibe como rebelde”, un juez de asilo en Cardiff anuló las decisiones que tomaron los funcionarios de deportar a la mujer. Aquellos que desestimaron la apelación creen que no hay evidencias de que la iraquí esté en riesgo en su país.
En estos días habrá una nueva audiencia en donde la mujer kurda deberá comprobar que podría estar en riesgo en Irak para poder quedarse en Reino Unido por motivos de derechos humanos.
En 2013, la Dirección General de Asuntos Religiosos de Turquía (o Diyanet) formalizó un comunicado que indica que los tatuajes son “contrarios” al islam.
Según el Hürriyet Daily News, el mensaje señala: “Del mismo modo que son dañinos para la salud, están prohibidos por la religión. En el islam, llamar la atención y cambiar las características y formas de nacimiento se considera alterar la creación, y por lo tanto está prohibido”.
Otra historia de tatuajes
La siguiente historia es igual de curiosa que la anterior, pero un poco más emotiva. En marzo de este año, Libia Guerreiro do Valle, una abuela de 91 años, cobró notoriedad por cumplir una promesa sobre su nieto y hacerse un tatuaje.
Libia Guerreiro do Valle, la abuela de 91 años que se hizo un tatuaje por su nieto.
Décadas atrás, por la cabeza de la abuela oriunda de Goiania, Brasil, jamás hubiera pasado la idea de marcar su cuerpo de forma permanente.
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Sin embargo, fiel a su palabra, le había hecho una promesa vinculado a ello a su nieto y estaba decidida a cumplirla. Es por eso que ahora lleva en su brazo derecho la imagen de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, virgen de la cual es devota.
Pedro Henrique Guerreiro de Queiroz, el nieto menor de Libia, de apenas 19 años, tenía la intención de estudiar la carrera de Medicina. Por tal motivo, su abuela le prometió que si lograba ingresar se haría un tatuaje. Y Pedro terminó siendo preseleccionado, nomás “Le dije que estudiara mucho, hiciera su parte y le prometí que si aprobaba me haría un tatuaje. Ni a los 20 ni a los 90 me imaginé que me haría un tatuaje. Eso fue porque lo prometí, y las promesas tenemos que cumplirlas”, contó Libia para Metrópoles.
El tatuaje de la mujer. Así quedó.
Todo el proceso demandó unas dos horas, y Libia lo atravesó con suma tranquilidad, lejos de cualquier sacrificio o momento traumático: “No sentí ningún dolor. Mis hijas fueron conmigo, estaban todo el tiempo hablando, sonriendo. Veo gente en los informes diciendo que sufrieron mucho dolor, pero cada una lo siente de una manera diferente, unas sufren más, otras menos. Yo no sentí nada”.