“Siempre nos censaban los maestros. Ahora pudimos armar un equipo con paisanos y realizamos el censo en nueve aldeas utilizando nuestra lengua”, dice orgulloso Vicente Méndez, el cacique de la comunidad Chafaríz, que está en Picada Guaraní, cerca de San Vicente, en la provincia de Misiones.
Méndez fue el encargado de seleccionar a los 19 censistas y controlar que el relevamiento se realizara en forma correcta.
“Cuando me pusieron a cargo del censo de nueve aldeas de la zona de San Vicente empecé a contactarme con los demás caciques para saber si en sus comunidades tenían gente capacitada y dispuesta a hacer el censo”, contó.
“Como en dos me dijeron que no contaban con personas idóneas, seleccioné a otras de mi comunidad para poder hacer el trabajo. Fue díficil porque es muy complicado llegar a algunos lugares. Mi esposa fue censista y tuve que llevarla a otra aldea. Para llegar tuvimos que bajarnos y empujar la moto porque los cerros son muy elevados y los caminos estaban feos por la lluvia”, contó Vicente, que también es docente en la Escuela Bilingüe 905 de Picada Guaraní.
Los miembros de la comunidad Mbyá hacen el censo en su propia lengua
“Nos encontramos en general con casitas muy precarias, algunas sin energía eléctrica o agua corriente. Todavía hay algunas con techos hechos con hojas de palmeras”, relató.
La pregunta más extraña
Vicente dijo que la pregunta que más risa causaba en las familias era la vinculada a los sanitarios. “Para que se sientan más cómodos, los censistas hacían la pregunta en nuestra lengua y cuando se realizaba la del baño, a la gente le generaba mucha risa porque la mayoría usa el monte para hacer sus necesidades”, agregó.
“Nos falta todavía relevar algunas familias, pero este miércoles vamos a tener el trabajo terminado. Notamos que nuestra gente se mostró más confiada al momento de responder, que estaban más abiertos, quizás porque les hablamos en la lengua que mejor manejan”, especuló el cacique.
Las casas en general están hechas de varas y barro.
Sobre el trabajo de campo dijo que “nos tocó censar una aldea muy grande en la zona de Fracrán. La comunidad Pay Antonio Martínez tiene más de 120 familias. Para que tengan una idea, acá en Chafariz tenemos 28 y pudimos visitar a doce en estos días”, acotó Méndez.
Los problemas más graves
Para el coordinador, los problemas más graves que hallaron en las aldeas que censaron están vinculados con la precariedad de las casas. “Ninguna casa tiene techo de zinc o cielorraso. En general están hechas de varas y barro, con techos de hojas de palmera, y les falta tener agua segura para no recurrir a los arroyos o vertientes”, acotó.
Vicente Méndez y los chicos de la aldea Chafariz se hicieron conocidos en 2016 cuando una maestra filmó cómo debían arriesgar sus vidas atravesando a nado un arroyo para poder ir a la escuela. Un puente peatonal elevado se construyó al poco tiempo y ahora los estudiantes -son 20 más que hace seis años- pueden llegar a la Escuela 905 sin mayores problemas.
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Misiones. Corresponsal
MG