En medio de reclamos porque “el censista no pasó” y mientras muchos se mentalizan con una indicación casi escolar de “días de recuperación“, el Censo 2022 concluyó con una exitosa cobertura on line, por arriba del 50%, comunicó el INDEC al cierre de esta edición, cuando todavía se aguardaba la primera cifra estimada de la población nacional.
La muerte agobió tanto en los últimos dos años que, aun con las calles vacías y las persianas bajas -foto gemela de la indeleble cuarentena-, hubo todo el día gran ansiedad por la cifra poblacional que saldría del censo dos años demorado por el Covid. Como si el número diera frescura al pantano inflacionario y político. Un dato que debía acarrear lo nuevo que nunca llega. No seremos los mismos, pero sí, seguramente, más. Quizás, mejores.
El Covid irrumpe en estas líneas: desde la primera hora del feriado censal circuló que muchos censistas debieron “bajarse” de su tarea, a último momento.
Clarín consultó al INDEC si había pedidos de excepción concretos por infecciones, producto de la cuarta ola ascendente de coronavirus. Dijeron que no.
Sin embargo, no eran pocas las personas que temprano reportaban lo que los propios censistas empezaron a confirmar a algunos vecinos que habían debido realizar circuitos adicionales, luego de terminar los propios (velozmente, gracias a la alta adhesión al censo digital), y suplir, así, compañeros que se habían ausentado por enfermedad.
En la escuela Roque Sáenz Peña del barrio Trapiche de Godoy Cruz, Mendoza, jefes de radio trabajan en el control de la documentación entregada por los censistas. Foto: Los Andes
También circularon casos de robos de celulares a censistas y varias mordidas de perros.
En el INDEC, sin embargo, negaron hacia el mediodía “faltazos” o bajas y varias veces comentaron que todo marchaba “sin problemas”. Más tarde, en la conferencia de prensa al cierre del operativo, Marco Lavagna, director del Instituto, reconoció -en parte- el problema, pero lo consideró un asunto menor.
Evaluó tibiamente que “alguna casa, quizás, haya quedado sin censar”, aspecto cuya magnitud concreta no podía ser dimensionada al cierre de estas líneas, ya que solo una jurisdicción dio un dato oficial: Rosario (Santa Fe), ciudad que estimó que un 10% de las viviendas no pudieron ser censadas.
En la conferencia, Lavagna además aclaró que habrá días “de recupero”, del 19 al 22 de mayo, para cubrir “baches, algo que, remarcó, “se hace siempre”.Por cierto, al margen de la iniciativa del INDEC, se sugiere notificar si el censista no pasó, consignando, nombre apellido y domicilio, y con el asunto “no fui censado/a”, al mail [email protected], o comunicarse al 0800-345-2022.
Pero Lavagna también se dirigió a quienes habían completado el censo digital y (por el “faltazo”) no pudieron entregar el código al censista: “Quizás no tengan la etapa del matcheo, pero lo tomamos como dato válido”.
Al margen de que la decisión pueda despertar alguna polémica metodológica, aclaró: “No se preocupen, que sus viviendas han sido censadas”.
Una imagen del censo en una zona de Ituzaingó. Foto: Primer Plano
Primer censo digital
Ya desde el mediodía, Lavagna había adelantado una masiva participación en el censo on line. El operativo (en un sentido) iba a paso veloz y prometía resultados temprano. “Una suerte de boca de urna”, comparó el funcionario.
Sin embargo (en otro sentido), iba al revés: trascendía que no solo había censistas cubriendo circuitos de terceros sino, también, empleados del INDEC saliendo improvisadamente a censar. En el Instituto lo negaron.
Pero, al margen de los contratiempos (que Lavagna, a su modo, reconoció: “Fue un operativo muy normal. No tuvimos grandes inconvenientes. Hubo temas puntuales que se fueron resolviendo”), resultó inesperada la gran adherencia al censo por Internet.
La experiencia más reciente en Sudamérica había sido en Colombia, en 2018: contó con una cobertura de solo el 10,2%.
Acá, 51,5% de la población argentina quedó consignada en el censo digital. El cálculo fue hecho, no sobre 45 millones de personas sino sobre la proyección del INDEC para 2022 de 46,2 millones.
La marca del censo en una vivienda de Villa Elisa. Foto: Martin Bonetto
El dato sorprendió a la luz de la brecha digital que el 30 de abril había informado este medio, evidente en varias de las provincias con peor situación socioeconómica, además de la ciudad de Buenos Aires, el distrito más rico, donde la participación apenas superaba el 20%.
Sin embargo, en 18 días, la adherencia nacional al censo digital casi se cuadruplicó.
En diálogo con este medio, Lavagna hace poco había pronosticado que mucha gente “patearía” el censo on line para último momento”. No se equivocó. La participación creció 257% desde el 30 de abril.
Tampoco se equivocó al sugerir no dejarlo para último momento, dado que “la página se podría enlentecerse”.
El resultado se vio en los inconvenientes técnicos para cientos (o miles; es imposible calcularlo sin datos oficiales) de personas que en estos días intentaron lidiar sin suerte con la página colapsada. O esperaron en vano que el sistema les enviara por mail los códigos para completar el formulario.
Esto sin contar la polémica de este lunes en relación a las denuncias de una endeble seguridad informática que circularon el fin de semana.
Una censista en Recoleta, durante la mañana del miércoles. Foto: Juan Manuel Foglia
Procesamiento de datos
Según Lavagna, llevará entre uno y tres meses tener cifras demográficas precisas sobre la población argentina. Y un año y medio tener la foto completa del censo nacional 2022.
En cuanto a lo que sigue en estos días, hay incertidumbre. Los no censados, que Lavagna destacó como una porción chica pero sin dudas “importante” para el censo, no se quedarán hasta el 22 de mayo esperando que el censista toque el timbre.
Y quienes completaron el censo on line pero no pudieron entregar su código, quizás no se sientan del todo satisfechos o representados por el operativo nacional, algo que Lavagna había puesto en valor especialmente desde lo simbólico. En una entrevista con este medio habló de cierto “romanticismo del censo“.
Pero, una de las veedoras del operativo, Fabiana Del Popolo, jefa del área de demografía e información sobre población del CELADE-CEPAL-ONU, destacó este miércoles las dificultades de la empresa, y resaltó la importancia de que Argentina hubiera liderado regionalmente el censo online, en esta atrasada ronda 2020.
Lo puso a la par de otros dos desafíos.
El primero, haber cambiado metodológicamente el empadronamiento, que dejó de ser “de hecho” y pasó a ser “de derecho”, lo que implicó asentar a la población según su lugar de residencia y no en función de dónde amaneció cada persona este 18 de mayo, como se había venido haciendo desde 1869.
En segundo lugar, el hecho de haber encarado el censo 2022 en un contexto pandémico.
Aunque es cierto que la pandemia está dando un relativo respiro en comparación a los últimos dos años, quizás esa decisión no haya sido del todo gratuita.
PS