Lo que Adolf Eichmann no confesó en el proceso que se le siguió en Jerusalén, en 1961, lo había revelado años antes a un periodista holandés nazi en una larga entrevista en la Argentina. Y ahora los audios de esa confesión pueden escucharse en un documental israelí a punto de estrenarse.
Esos audios, de cuya existencia se sabía hace tiempo, pero que se consideraban perdidos, permanecieron sepultados durante décadas en un archivo alemán y no fueron utilizados durante el proceso israelí por el fiscal Gieon Hausner.
Ahora es posible escuchar a viva voz a uno de los arquitectos de la Solución Final en el documental “Las confesiones del Diablo: los últimos registros de Eichmann”, de Yariv Mozer, que abrirá el Docaviv International Documentary Film Festival, en Tel Aviv.
“Si hubiéramos asesinado a todos los 10,3 millones de judíos estaría contento y diría: ‘Bien, hemos destruido al enemigo”, confiesa Eichmann al periodista Wilhelm Sassen durante una serie de reuniones que tuvieron en 1957 en Argentina, donde el criminal nazi se había refugiado.
Adolf Eichmann en la prisión israelí de Ramle tras ser capturado en Argentina el 11 de mayo de 1961 (EFE).
“Es una cosa difícil de decir y sé que será juzgado por esto, pero esta es la verdad”, agrega complacido Eichmann, que brinda númerosos informaciones sobre la maquinaría de exterminio nazi, declaraciones antisemitas y expresiones de orgullo del Tercer Reich.
CREÍA QUE NADIE LO BUSCARÍA EN ARGENTINA
Se sentía seguro porque había logrado evitar ser procesado en los Juicios de Nuremberg y escapar a la Argentina donde nadie, pensaba, lo buscaría. El periodista era un miembro de la Waffen-SS, también él refugiado en el país sudamericano.
De las largas conversaciones con Eichmann, realizadas en la casa de Sassen, a veces con la presencia de otras personas, el periodista registró 70 horas, pero solo 17 fueron halladas en el archivo que desde 1990 está abierto solo a investigadores y con la obligación de escucharlo en el lugar.
Mozer es el primero en lograr el permiso de hacer escuchar fragmentos por el gran público.
“Si hubiéramos asesinado a todos los 10,3 millones de judíos estaría contento y diría: ‘Bien, hemos destruido al enemigo”, confiesa Eichmann en las cintas (Propias Clarín).
La revista Life, recuerda el diario israelí Haaretz, ya había hablado de parte de esas grabaciones y Hausner tenía la transcripción, pero en el juicio de Jerusalén Eichmann sostuvo que había sido malinterpretado y pidió que se reprodujeran los originales, cosa que la fiscalía no pudo hacer.
Esto no evitó a Eichmann ser condenado a muerte, dada la avalancha de pruebas y testimonios contra él que se presentaron.
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El jerarca nazi, explicó Mozer, “repitió varias veces durante el juicio que no sabía del exterminio de los judíos, pero las grabaciones muestran que sin duda fue uno de sus artífices”.
PERIPLOS PAMPEANOS. Eichmann trabajó en Orbis, en Mercedes Benz, crió conejos, vendió jugos en Tigre, entre otras actividades en suelo argentino.
Si Hausner hubiera tenido esos audios, agregó el director del documental, hubiera podido desmontar la línea de defensa que sostenía que Eichmann solo había cumplido órdenes.
“Y lo habría hecho fácilmente, porque los audios prueban que no era solo una expresión de la ‘baladidad del mal’, como afirmó Hannah Arendt, sino un activo aliado de una ideología basada en el exterminio de los judíos”, concluyó Mozer.
Agencia ANSA.
GML