“En un lugar con muy pocas viviendas vecinas, con escasa vegetación de origen y con una plantación nueva aún muy incipiente, la casa tenía que ser pensada careciendo de todos los datos que aporta un barrio consolidado”, apunta la arquitecta María Victoria Besonías. Describe una urbanización cerrada en Hudson pero podría tratarse de cualquier otra de la provincia de Buenos Aires.
El desafío de este tipo de encargos es, en general, compartido por los profesionales que deben desarrollar un proyecto con pocos datos de contexto.
“La vivienda que tenía que empezar a jugar sola, sentando sus propias leyes, a la espera de un completamiento que, como está reglamentado en este tipo de urbanizaciones, alienta la proliferación de objetos sueltos formalmente, rodeados de jardines”, señala la autora del proyecto, junto al arquitecto Guillermo de Almeida.
La peculiar forma del terreno condicionaba el desarrollo de una vivienda en una sola planta como pedía el cliente. Foto Federico Kulekdjian
Los comitentes, un matrimonio con dos hijas jóvenes, hicieron un pedido concreto, que la casa se desarrollara totalmente en planta baja para asegurarse una estrecha relación de todos los ambientes de la casa con el exterior.
En la fachada posterior, todos los ambientes poseen grandes ventanales protegidos por aleros. Foto Hernán De Almeida
La forma tan particular del lote es la que finalmente aporta la solución, acota Besonías: “una tipología de casa de patio que replica en planta la forma del lote con sus retiros obligatorios logra resolver todos los temas requeridos”.
Las fachadas laterales se protegen de la vista de los vecinos con una serie de tabiques verticales de hormigón. Foto Hernán De Almeida
Efectivamente, el lote tiene la forma de un sector circular, como una dona, con un frente muy angosto desde el sector de acceso y la ventaja de que la apertura en abanico hacia el fondo linda con un espacio común con unos pocos árboles aislados.
Casa Pau planta baja
El acceso se plantea atravesando un patio-jardín y se relaciona con la calle del barrio a través de una estrecha abertura. Es el “núcleo fundacional de esta vivienda”, lo definen los autores, a él se vuelcan todos los ambientes.
El comedor y el estar hacen de puente entre el patio de ingreso y el fondo libre. Foto Federico Kulekdjian
Los espacios necesitados de mayor intimidad están preservados por pantallas construidas con tablas de madera de quebracho con orientación regulable. Este sistema no solo permite la regulación de las vistas, sino que protege de la incidencia del sol sobre los grandes ventanales.
El diseño de las aberturas apunta a controlar la incidencia del sol sobre las superficies acristaladas. Foto Hernán de Almeida
El solado que atraviesa en diagonal todo el patio y se prolonga en la piscina marca el acceso y define dos sectores bien diferenciados dentro de la vivienda: las actividades comunes y de servicio, por un lado, y el de los dormitorios. El comedor y el estar son los ambientes destacados, ya que hacen de nexo entre el patio de ingreso y el fondo libre.
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Las aperturas hacia el patio interior proveen de luz y de vegetación a todos los ambientes. Foto Federico kulekdjian
Las aperturas hacia el patio interior proveen de luz y de vegetación a todos los ambientes. Mientras que en el tratamiento de las fachadas laterales se priorizó preservar de la vista de los vecinos con una serie de tabiques verticales de hormigón. Hacia el fondo, todos los ambientes se abren a través de grandes ventanales protegidos por aleros generosos.
La vivienda establece una relación respetuosa con el barrio, busca preservar la intimidad sin perder el contacto. Foto Federico kulekdjian
“En todos los proyectos del estudio existe una atención especial dirigida tanto a controlar la incidencia de los rayos solares sobre las superficies acristaladas como a aprovechar la luz natural como un material de proyecto que aporta riqueza a los espacios habitables”, señalan los autores.
Pantalla regulable de tablas en los dormitorios. Foto Federico kulekdjian
En ese sentido, “las aberturas se conciben como tales, no como elementos estandarizados con medidas y posiciones predeterminadas -comparan- sino como horadados en las construcciones que, por supuesto, permitan ventilar e iluminar los ambientes, pero también dejar indefinida la relación exterior-interior, enmarcar el paisaje, filtrar la luz, reflejarla en un muro, etcétera”.
Estas búsquedas definen las relaciones que se desean establecer con su entorno específico. En esta casa en particular, la forma y posición de las aberturas protegidas por tabiques de hormigón o pantallas de madera van definiendo una multiplicidad de atmósferas cambiantes que buscan resaltar la espacialidad de los ambientes”, cierra Besonías.
Hacia el fondo, el área social aprovecha la mayor amplitud del lote. Foto Federico kulekdjian
Ficha técnica
Ubicación. Hudson, Provincia de Buenos Aires Proyecto y Dirección. Arq. María Victoria Besonías y Arq. Guillermo de Almeida Colaboradores. Arq. Micaela Salibe, Arq. Guido Galluppo y Hernán de Almeida Superficie terreno. 916m2 Superficie construida. 223 m2 Año. 2022 Fotografías. Federico Kulekdjian y Hernán de Almeida.
PB