También participaron los miembros de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán: Daniel Leiva (presidente), Antonio Estofán (vocal decano), Eleonora Rodríguez Campos (vocal), Claudia Sbdar (vocal) y Washington Navarro Dávila, ministro Pupilar y de la Defensa.
Asistieron, además, los ministros y ministras del Poder Ejecutivo: secretaria General de la Gobernación, Silvia Pérez; Carolina Vargas Aignasse (Gobierno y Justicia), Juan Pablo Lichtmajer (Educación), Lorena Málaga (Desarrollo Social), Álvaro Simón Padrós (Desarrollo Productivo), Eugenio Agüero Gamboa (Seguridad), Miguel Acevedo (Interior) y Miguel Ferré Contreras (secretario ejecutivo Médico del Sistema Provincial de Salud).
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El gobernador Jaldo, dijo tras el Tedeum: “Estamos celebrando un aniversario más del 25 de Mayo de 1810, donde aquellos valientes pusieron las primeras semillas para que tengamos el primer Gobierno Patrio, que se constituyó en el Cabildo de Buenos Aires y luego años después, en Tucumán, no hay dudas que hemos dado el primer grito de libertad donde se ha declarado la independencia. Hoy recordamos esta fecha con mucha respeto, porque hubo hombres y mujeres que dieron su vida para que tengamos esta querida Patria argentina, por eso quienes tenemos responsabilidad institucional, es momento de hacer un alto en el camino para plantearnos acciones que nos lleven a mejorar, a profundizar y fundamentalmente a pedir por la unidad del pueblo argentino que tanto necesitamos. Hoy más que nunca los argentinos tenemos que estar unidos por el bien común de la gente“.
En el inicio de la homilía, Monseñor Ferrari recordó que el “Tedeum, que es un antiguo himno de la Iglesia. Un himno de Acción de Gracias que acompañó a la Patria desde el comienzo de su proceso de independencia. La Junta de Mayo, que asumió la soberanía del pueblo, ordenó esta celebración con la mayor solemnidad posible y se celebró en la Catedral de Buenos Aires, el 30 de mayo de 1810”.
En otra parte de la lectura, el Arzobispo Auxiliar indicó que la pandemia de Covid-19, que enfrenta desde hace dos años la humanidad, junto con la guerra y las realidades sociales duras, “nos han hecho y nos hacen sufrir, pero “si dejamos que ese dolor nos cambie, saldremos mejores, en cambio, si nos atrincheramos, saldremos peor”.
En esa línea, sostuvo que “la era moderna que impregna la gesta de mayo, sobre todo con los baluartes de la igualdad y la libertad, ahora necesita, más que nunca, el impulso renovado y convencido de la fraternidad para enfrentar los nuevos desafíos que tenemos por delante”.
