Sam Amess recibió a los 12 años un diagnóstico devastador después de pensar que tenía un simple dolor tipo puntada durante las vacaciones, desafió todas las probabilidades que le otorgaban los médicos.
El joven oriundo de Bransholme, Reino Unido, estaba de vacaciones con su familia en Marruecos cuando sintió un dolor agudo “como una puntada” a la altura de la panza.
Recién de regreso a Inglaterra decidió que era momento hacer una consulta profesional para investigar las causas de malestar, que se volvió recurrente, informa HullLive.
Cáncer y trasplante
Cuando Sam fue a la consulta médica fue enviado a hacerse una resonancia magnética que le diagnosticó un tumor hepático en etapa cuatro poco antes de cumplir 12 años.
Sam Amess tenía 12 años cuando sintió una fuerte puntada y era cáncer de hígado.
El golpe fue terrible. El niño quedó confinado a una silla de ruedas durante meses e incluso cuenta que en un momento se estaba hablando de cuidados paliativos, que se realiza a enfermos terminales.
Después de ser diagnosticado en marzo de 2015, Sam se sometió a quimioterapia antes de someterse a un trasplante de hígado en julio que le salvó la vida.
Recuperación y colecta de fondos
Sin embargo, contra todo pronóstico, ahora con 19 años tiró por la borda las probabilidades de recuperación que le daban, ya que originalmente se le dio una posibilidad muy baja de supervivencia.
En la actualidad goza de excelente salud y tiene previsto emprender un desafío para recaudar dinero para una organización benéfica que apoye a quienes están atravesando por lo que él pasó.
Para ello, Sam correrá 5k el domingo 3 de julio en Costello, para obtener fondos para Cancer Research UK.
Sam tenía cáncer de hígado en etapa cuatro y los médicos no le daban muchas esperanzas de vida.
“Ya pasaron siete años desde que me diagnosticaron cáncer y luego recibí mi trasplante. Hemos hecho muchos eventos para recaudar fondos antes, pero esta vez quería hacer algo por mi cuenta”, asegura al medio británico.
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Y explica: “Antes de mi diagnóstico, era un chico muy activo y jugaba mucho al fútbol, pero una vez que comencé la quimioterapia estuve limitado por la silla de ruedas durante meses y perdí mucho peso. Por eso llegar a este punto y correr 5k será un verdadero logro para mí”.
Historia de superación
Sam califica como “bastante surrealista haber superado el cáncer” cuando las chances de hacerlo que le daban eran muy bajas.
Por eso el joven remarca: “En un momento incluso estábamos hablando de ponerme en un hospital de forma permanente. Fue tremendamente doloroso para mí, pero también para la gente que me rodea”.
Hoy Sam prepara una carrera de 5k para recaudar fondos y ayudar.
Con la madurez de quien atraviesa situaciones límites pese a su corta edad, ahora Sam tomó el camino de ayudar a los demás. “Es importante recaudar fondos para las personas que lo necesitan. Que son muchas”, cerró, con el corazón solidario.