Tengo 21 años y padezco Atrofia Muscular Espinal, una enfermedad neurodegerantiva que progresivamente va atrofiando el organismo. Sin embargo, convivir con AME nunca fue un impedimento que me permita luchar por mis sueños y vivir la vida intensamente en cada momento y lugar.
Desde hace varios años doy talleres de motivación, dado a que la Confederación Argentina de la Mediana Empresa me considera como uno de los emprendedores más jóvenes del país, y desde aquel momento recorro la Argentina para poder motivar a otros a que luchen por sus sueños, amen, quieran, y crean en uno mismo.
Desde hace un par de años me puse como objetivo comenzar a humanizar la discapacidad, dejar de vernos a las personas con discapacidad como victimarios de la vida o ángeles, sino más bien vernos como personas. Que eso somos, ¿no?
El mundo nos enseña o quiere hacer creer que mientras más víctimas seamos, más alcance tenemos y créanme que eso no es así, debemos ser quienes somos por nosotros mismos, nuestros talentos y proyectos. Sueño con un país que nos incluya a todos en un mismo objetivo, mejorar la calidad de vida, acceso a la salud y más empleo genuino.
Mi intensión es poder visibilizar a la persona con discapacidad desde otra mirada, desde la igualdad, el sentir, el amar, el querer, el disfrute. Soy técnico en marketing y se que los medios ayudan y mucho para visibilizar estos temas que siguen siendo tabúes en muchos casos todavía.
Tiago Giansily / VERA, SANTA FE / [email protected]
La moneda en el aire, y la Argentina sin rumbo
Una actividad casi tan antigua como la existencia de las propias monedas, y que se realiza desde la época de la Antigua Roma, es el juego o apuesta que consiste en arrojar una moneda al aire, y mientras la moneda está en el aire o antes de lanzarla, uno de los participantes expresa su elección para adivinar qué faz de la misma quedará hacia arriba, escogiendo cara o cruz. Esta práctica se mantiene vigente en nuestros días y es habitual realizarla en eventos deportivos donde se decide de ese modo qué equipo elige campo o saque.
La grave situación actual del país al presentar una gran incertidumbre sobre su futuro no posibilita hacer pronósticos con un apropiado grado de certeza por lo que la realidad nos conduce imaginariamente a esta antiquísima costumbre en razón de que los vaticinios equivalen a una moneda arrojada al aire que hace que su resultado final dependa de que al caer sea cara o cruz.
Seamos optimistas pensando en que la moneda caerá del lado que nosotros hayamos elegido y que la Argentina encontrará el rumbo adecuado para su crecimiento y desarrollo futuro, satisfaciendo las necesidades de su pueblo y dejando de lado la incompetencia y el objetivo de la clase política de eternizarse en el poder sin solucionar los problemas reales.
Oscar Edgardo García / [email protected]
Alberto Fernández y “una oferta viciada de inmoralidad”
La Constitución Nacional consagra la igualdad ante la ley. Y al mismo tiempo obliga a las autoridades electas, especialmente a quien representa y preside al Poder Ejecutivo, a “cumplir y hacer la cumplir la ley”. Es esta obligatoriedad lo que distingue a la persona que ostenta el cargo, diferenciándola del ciudadano común y/o habitante permanente o temporal.
Resulta entonces una hipocresía intolerable que el Presidente y su concubina, violadores confesos de la prohibición de efectuar reuniones sociales durante la pandemia, cuenten siquiera con la posibilidad de reparar monetariamente su agravio a la nación. O peor aún, que contando con ello lo ofrezcan y sea aceptado por el juez Mirabelli, en lugar de llevarlos a juicio y ser condenados por su acto delictivo “de acción pública”, en virtud del riesgo inescrupuloso de contagios en aquellas circunstancias, llevadas a cabo en lugar perteneciente al Estado, ni siquiera privado.
Es decir, tanto una oferta viciada de inmoralidad, como un inadmisible prevaricato que sienta perversa jurisprudencia. Esperemos que el fiscal de la causa lo apele y las instancias superiores lo reviertan, poniendo al Presidente y su concubina en el banquillo de los acusados. De no ser así, una nueva mácula caerá sobre la ya tan desacreditada honra del poder judicial. Y ni que hablar de quienes se han burlado del pueblo.
Adrián A. Klas / [email protected]
“Cada argentine”, el lenguaje inclusivo en el Presidente
En el remanido tema del idioma inclusivo, ha llevado a nuestro Presidente ha convertir, quizá por desconocimiento, una palabra en idioma inglés, tal como “argentine” en un vocablo más, de esta manera de hablar con una expresión fija, privativa de una lengua, cuyo significado no es más que un idiotismo, expresión contraria a las reglas gramaticales de nuestro idioma español.
Frederick Ashby / [email protected]
El papa Francisco y su “raro sentido de la equidad”
Me causa dolor ver la foto de un “Papa” sonriente y distendido, hablando con un político gobernador de una provincia postergada como es el Chaco, en amena charla de bar. Me causa dolor su poca calidez e impronta en esta terrible guerra Rusia- Ucrania. Recuerdo documentales del Papa Pio XII, (que le tocó transitar la Segunda Guerra Mundial), saliendo a la Plaza de San Pedro involucrándose y bendiciendo a soldados. Su rol indiscutible en salvar a judíos, y puedo hacer una gran lista de un líder que trascendió lo Católico.
Francisco, entiendo que no quiera venir a visitarnos, lo que no entiendo es su raro sentido de equidad. Aún recuerdo cuando le saco la mano (a una señora, de mala manera y con su gesto adusto cuando sólo quería su bendición). No me importa si usa un reloj de plástico o iba caminando a una óptica, eso es “marketing”. Sí me preocupa que no escuche la voz de Dios. Este país lo necesita plural.
Horacio Alejandro Gabrielli / [email protected]
Agradece el servicio de policías de San Isidro
El sábado 14 de mayo, al estacionar su automóvil en una calle interna del Campo de Deportes Nº 1 de San Isidro, mi hija no advirtió la presencia de una zanja -oculta por pastos altos– y el auto quedó enterrado.
Los esfuerzos por retirarlo de allí no daban resultado. En ese momento pasó un móvil policial de la Patrulla Municipal de San Isidro, quienes pusieron manos a la obra para resolver el problema. Estuvieron casi una hora trabajando, fueron a buscar piedras para colocar bajo las ruedas delanteras levantando el auto con ayuda de un crique, hasta que después de varios intentos se pudo sacar el auto. Se me ocurrió ofrecerles una compensación como agradecimiento por el esfuerzo, la que, siempre de muy buena manera y con una sonrisa en los labios, rechazaron de plano.
Conductas de esta tipo hacen sentir que, incluso en una institución tantas veces vilipendiada y criticada, existen hombres y mujeres que la enaltecen.
Carlos Andrés Pan / [email protected]