Nabil Katabi, cuyos padres son de origen sirio, nació hace 52 años y vive gran parte de su tiempo en París. Se especializó en Francia y en Estados Unidos en Finanzas pero terminó en la industria petrolera. Cuando prestaba servicios a la francesa Total, con una operación off shore en Tierra del Fuego, sufrió los vientos de la zona de Rio Grande y desde entonces comenzó a germinar la idea que finalmente salió a la luz: producir hidrógeno verde en esa zona tan apta para la energía eólica.
Así las cosas, convenció a estadounidense MMEX Resources Corporation, que cotiza en la bolsa de Nueva York, para un mega proyecto que toma nuevos bríos por el sacudón de los precios en la energía que está provocando la invasión rusa a Ucrania.
Rápidamente sumó a Siemens como socio, tiene ubicadas unas 4.000 hectáreas ara un contrato de alquiler a 20 años y desarrollar allí el parque eólico imprescindible para generar la energía en el proceso de elaboración del hidrógeno. Y ayer anunció, junto al gobierno de Tierra del Fuego, la inversión de 500 millones de dólares para la construcción de ese campo eólico de hasta 300 MW, partiendo de 160 MW , y una planta de electrolisis que permitirá obtener más de 55 toneladas de hidrógeno verde por día, en Río Grande.
“El objetivo será desarrollar una unidad de conversión de amoníaco o metanol de 300 toneladas diarias para exportaciones globales, que se realizarán a través de una infraestructura de carga marítima propia”, señala Katabi a Clarín.
El ambicioso proyecto será realidad en un año. Los fondos, de acuerdo a Katabi, vendrán de la financiación de bancos alemanes, la CAF y el BID. Y la garantía de los créditos la dan los contratos de provisión de hidrógeno verde a largo plazo.
Este combustible que se ha puesto de moda aún no se produce en grandes cantidades y se ignora el precio, aunque Katabi arriesga que oscila en US$ 6 el kilo.
Siemens Energy, líder en la fabricación de equipos de electrolisis. los proveerá. Su subsidiaria Siemens Gamesa está realizando los estudios. Luego de esta etapa, que puede extenderse de 90 a 120 días, “será posible definir, con mayor precisión, la cantidad de hectáreas necesarias para la generación de energía eólica que busca el proyecto”, añadió Katabi.
La instalación de esta planta fue pensada porque permite la conexión con el Pacífico y el Atlántico, y su potencial acceso a diferentes mercados.
Este es el segundo proyecto de hidrógeno verde a partir de energías eólicas renovables en la Argentina. El otro, a cargo de capitales australianos y de mayor magnitud es en la provincia de Río Negro.
La planta prevé la generación de 1.500 puestos de trabajo durante la construcción y hasta 300 puestos fijos de trabajo en la etapa de operaciones.
Un aspecto clave es el impacto ambiental por las corrientes migratorias de las aves. También, por el uso del recurso hídrico. Jack Hanks, Presidente de MMEX dijo que están comprometidos además en la necesidad de reducir la huella de carbono del planeta. “Ese es el núcleo de la estrategia de Tierra del Fuego”, soltó.
El hidrógeno verde se produce vía electrolisis del agua, que separa el hidrógeno del oxígeno, utilizando fuentes energéticas limpias como electricidad solar, eólica o hidroeléctrica.
MMEX se originó en 1989 en Texas y tiene negocios en Perú con plantas termoeléctricas, oleoductos y gasoductos, refinerías de petróleo y plantas de etanol. También ha explorado y operado yacimientos de petróleo y gas.
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