En los desafiantes campos de Córdoba y San Luis, a puro temple y aprendizaje, Nicolás Cavigliasso reparte los días entre sus dos pasiones, esas que son parte imprescindible de la identidad familiar. Bien temprano a la mañana sale de su casa en General Cabrera, Córdoba, rumbo al campo donde está la cabaña “El viejo Zorzal” en Villa Mercedes, San Luis, a casi 200 kilómetros, y lo hace a toda velocidad, intentando mantener la concentración, bajar tiempos y descubrir los secretos del vehículo y del camino.
Ahora lo hace en un UTV, pero hasta hace poco lo hizo en el mismo cuatriciclo con el que en 2019 salió campeón del Rally Dakar en esa categoría. En el campo lo esperan los reproductores Angus, la búsqueda de mejora genética, la cría y la agricultura. Y al final del día será tiempo de volver a toda máquina para seguir sumando kilómetros y soñar con el próximo Dakar, a comienzos de 2023 en Arabia Saudita.
“Hay que meterle horas y horas al volante”, dice en diálogo con Clarín Rural mientras mira la jura de toros en la Expo Angus Centenaria, que se lleva a cabo en La Rural de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires. Por primera vez, los Cavigliasso se animaron a participar en la exposición nacional de la raza con un macho rojo dos años menor y una vaquillona roja intermedia.
Como muchas familias ganaderas, lo de los Cavigliasso es una herencia. En los años 50 el abuelo de Nicolás, Delmo, fundó la cabaña de raza Shorthorn “El Zorzal”. Con el tiempo la agricultura -el maní- le ganó la pulseada a la ganadería y en los 70 se cerró esa cabaña, pero luego Walter -hijo mayor de Delmo y padre de Nicolás- redobló la apuesta y fundó “El viejo Zorzal”, esta vez con genética Angus.
Nicolás Cavigliasso en el cuatriciclo con el que fue campéon del Dakar en 2019.
Ahora la empresa realiza diversas actividades, son muy fuertes en la producción de maní, tienen un rodeo de cría con 3.000 hembras e intentan hacer el ciclo completo siempre que el contexto acompaña. Y para lograrlo, la genética es un factor clave, por eso decidieron tener su propia fuente de reproductores en la que actualmente cuentan con 300 hembras puro controlado, cien vacas de pedigree y producen alrededor de cien toros por año entre puros controlados y puros de pedigree. Unos 30 se los quedan para servir a su plantel y el resto los venden en la zona.
“Hay mucha demanda de hembras, Angus es una raza que se ha adaptado muy bien a todas las regiones. Nosotros apuntamos a zonas complicadas como la nuestra, por lo que necesitamos un biotipo moderado, no muy grande, con buena conversión y buena adaptación al ambiente”, explica Caviggliaso.
Los Cavigliasso en El Viejo Zorzal, en Villa Mercedes, San Luis.
A todo motor
Tener bien claro el rumbo es una virtud fundamental en la ganadería, tanto como en las largas carreras a las que el joven cabañero de 30 años compite desde los 16. La velocidad también es un gusto familiar: su primo Guillermo, productor manisero, tuvo su trayectoria en el Dakar. Para Nicolás, la primera participación en esa exigente carrera llegó en 2018, después de muchas pruebas en los circuitos nacionales. Ese año corrió desde Lima, Perú, hasta Córdoba con un cuatri de 450 centímetros cúbicos, ganó tres etapas y quedó segundo en la general. Al año siguiente se agrandó, fue a Lima con un cuatri de 700 cc y ganó nueve de las diez etapas para coronarse campeón de la categoría.
En 2021 el Dakar se corrió en Arabia Saudita y Cavigliasso quedó afuera porque se le rompió el cuatriciclo cuando venía liderando la carrera, y ahora el piloto y cabañero está apuntando a un nuevo desafío. Cambió el cuatri por el UTV (Utility Task Vehicle), una categoría que viene creciendo mucho, es muy competitiva y tiene algunas bondades: es más segura y menos exigente para el cuerpo que el cuatriciclo.
Nicolas Cavigliasso en el UTV con el que competirá en el próximo Dakar en Arabia Saudita.
“Son carreras de muchas horas, salís muy temprano cuando todavía está oscuro y llegás de noche. Estar bien entrenado es fundamental, tanto física como mentalmente, para mantener la orientación”, dice.
En el horizonte, el primer desafío que aparece es participar con la cabaña por primera vez en la Exposición Rural de Palermo, en julio, y para comienzos del año que viene, el Dakar en Arabia Saudita. Habrá que seguirle el ritmo.
