¿Es culpa del dueño o del perro? ¿Hay “razas malas” y “razas buenas”? Estas y muchas otras más son las preguntas que surgen cuando se conocen estos -a veces, incluso, fatales- casos de agresión por parte de las mascotas.
La respuesta cierta nadie la tiene. De hecho, frente a cada uno de estos tan violentos como impactantes episodios aparecen defensores y enemigos de los animales a dar su opinión. Y nunca se ponen de acuerdo.
Este es uno de esos controvertidos casos; uno en el que un perro atacó a su dueña y las declaraciones que ella hizo después levantaron polémica.
La mujer compró a Chase, el cachorro de American Bully, en un criadero. Foto: Stephanie Jones
Chase, el perro ¿asesino?
Stephanie Jones fue mordida al menos 25 veces por Chase, su American Bully de seis meses. Por esto, la mujer de 32 años tuvo que ser hospitalizada, sufrió múltiples infecciones, contrajo celulitis bacteriana y perdió parte de sus brazos.
Si bien tuvo que “poner a dormir” al animal, se declara amante de los perros, aún tiene un cachorro de ese tipo y asegura que “la raza no es peligrosa”. De hecho, permite que sus tres hijos pequeños se acerquen a la mascota, informó The Mirror.
En este sentido, Stephanie, que vive en Swansea, Reino Unido, hizo un mea culpa y admitió que debería haber prestado atención a las alertas cuando compró el perro que la mutiló.
Una seguidilla de errores
Todo comenzó en abril de 2021 cuando hizo un posteo en Snapchat preguntando si alguien tenía un Bully de color champán que pudiera comprar.
Luego del ataque, Stephanie tuvo que ser hospitalizada. Foto: Stephanie Jones
Poco después, contactó a un criador y fue a recoger al cachorro -previo pago de unos 3.700 dólares– que en ese entonces tenía alrededor de 10 semanas. Extrañamente, se le negó la entrada al criadero, por lo que no pudo ni siquiera conocer a sus padres.
“Vino hacia mí, que estaba en el auto, pasó al cachorro por la ventanilla y prometió enviar toda la documentación por correo. Nunca recibí nada. He aprendido mi lección“, relató la mujer en diálogo con el medio británico.
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En su primera noche en la casa, el animal tuvo una especie de convulsión, por lo que lo tuvo que hacer atender de urgencia por un veterinario.
Cuando le envió al criador un video que mostraba este episodio, éste simplemente le ofreció “cambiarle el cachorro”. Algo a lo que ella se negó.
Fue en ese momento cuando comenzó a escuchar más rumores sobre el criador. Entre otras cosas, que cruzaba perros de las mismas camadas. Incluso, muchos decían que no tenía licencia para criar.
“Me envió llamadas de voz amenazantes y mensajes de voz diciendo que si alguna vez le hablaba a alguien sobre él, que sabía dónde yo vivo”, contó Stephanie.
El ataque
Meses más tarde, y de la nada, Chase de repente atacó a Lola, la Caviler King Charles Spaniel de la familia. A partir de ese momento, los dos perros se tuvieron que mantener separados.
Luego, en agosto, agredió a Cookie, el otro Bully de la casa, que tenía alrededor de 18 meses. Este último episodio ocurrió frente a los hijos de Stephanie, que tienen cuatro, cinco y siete años.
La pelea entre los perros se dio frente a los niños de la familia. Foto: Stephanie Jones
Fue ahí que la mujer entró y lo agarró del cuello. “Se volvió loco, me mordió 25 veces en los brazos”, describió.
Y sumó: “Tuve que atenderme en el hospital. Mis dos brazos estaban muy lastimados, luego también contraje celulitis mientras estaba internada”.
Stephanie explicó en diálogo con The Mirror, que Cookie solo había querido proteger a los niños durante el ataque y se interpuso entre ellos y el perro agresivo.
“Realmente creo que cuando están estos perros que no están conectados correctamente, se debe a la crianza y cómo la gente los educa”, opinó.
“Yo crié a ambos perros de la misma manera y si toda la raza fuese un peligro, seguramente mi otro perro también se habría convertido en un peligro, pero no lo hizo”.
Stephanie asegura que no todos los perros de esa raza son iguales. Foto: Stephanie Jones
Según la mujer, la gente está “sorprendida” de que se haya quedado con Cookie después del ataque, pero insiste: “No puedo juzgarlos a todos con la misma vara. Cookie es -literalmente- mi mejor amiga. Si pensara algo negativo sobre ella, no la dejaría cerca de mis hijos“.
“Si hay alguien que debería estar en contra de los Bullies, debería ser yo después de lo que me ha hecho. Pero no son todos iguales”.