En el petit hotel de Arenales 1364 que perteneció a la familia Anchorena, TAO Desarrollos anunció el inicio de las obras para recuperar y ampliar el edificio construido en el año 1913. El proyecto lleva la firma del estudio Lacroze Miguens Prati arquitectos, con reconocida experiencia en rehabilitación de edificios patrimoniales.
La refuncionalización de la Mansión Aberg Cobo (en Las Heras 1722, CABA) es una de las más recientes. Antes hicieron lo propio con el Hotel Tourbillón en Mar del Plata, el Consulado Argentino en Nueva York y con unas oficinas que construyeron en unas barracas ladrilleras en Pehuajó (Premio Patrimonio SCA-Cicop 2016).
En Casa Anchorena, “el desafío está en lograr la puesta en valor de la arquitectura tradicional del barrio y, al mismo tiempo, proponer unidades de gran categoría con diseño contemporáneo y espacios interiores de calidad”, explican los arquitectos Willie Zorzi y Gustavo García Villanueva desde TAO Desarrollos.
Proyecto a cargo del estudio Lacroze Miguens Prati, experimentado en la rehabilitación de edificios patrimoniales.
El emprendimiento, que ya cuenta con el fondeo necesario para iniciar la obra, combina la restauración del edificio cuya fachada y escalera principal tienen protección patrimonial con un nuevo volumen destinado también a vivienda.
Con este edificio, el primero en Buenos Aires, la desarrolladora con base en Necochea lanza su sello Urban TAO: “una marca que identifica un concepto de diseño y construcción de edificios de alta gama en ubicaciones estratégicas que aportan valor al entorno con una clara conciencia ambiental y paisajística”, definen.
TAO Desarrollos cuenta con más de 20 años de trayectoria, principalmente en el sur de la Provincia de Buenos Aires y en San Martín de los Andes, Neuquén.
Habrá 35 unidades repartidas en departamentos, estudios y dúplex de 1, 2 y 3 ambientes
Distrito Arenales residencial
Casa Anchorena está emplazada en el Distrito Arenales, “una zona con gran crecimiento, sitio de referencia de locales de arte y diseño de la ciudad. En la planta baja y el primer nivel habrá un local para usos mixtos que pensamos podrá ser de decoración o arte, un gran showroom”, estima Villanueva.
El proyecto contempla nueve pisos en los que habrá 35 unidades repartidas en departamentos, estudios y dúplex de 1, 2 y 3 ambientes (de entre 55 y 136 m2). Se desarrollarán reformando los niveles superiores de la casa y construyendo hacia atrás un volumen retirado del frente para respetar la vista de la fachada original desde la calle.
La parte restaurada del petit-hotel mantendrá los salones originales completamente recuperados, el local al frente sobre calle Arenales y un primer piso con balcón corrido y la escalera imperial.
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Además, el emprendimiento contará con un subsuelo con 14 cocheras y una terraza con solarium, piscina, quincho y vestuarios. El valor de preventa de las unidades es de 3.500 dólares por m2, en promedio. Se construirán un total de 4.500m2 y se estiman 24 meses de obra.
Unos 20 años atrás, el destino de los petit hotels que lograban evadir la picota era comercial. Las antiguas residencias se transformaban en tiendas de grandes marcas, espacios gastronómicos o corporativos.
Más recientemente, la oportunidad de desarrollar conjuntos residenciales prevalece claramente por sobre otros programas. Ejemplos salientes son, además de la Mansión Aberg Cobo, la ampliación del Palacio Paz (Richter – Dahl Rocha), el Palacio Cabrera (BrodyFriedman) y la Maison Thames (Daniel Becker), entre otros.
PB