Con bajísimo perfil, el economista Fernando Peirano, al frente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, consigue millones de dólares de organismos internacionales, como el BID, Banco Mundial y la ex CAF, con créditos a largo plazo, varios años de gracia y tasas insignificantes, para un sector en el que Argentina cuenta con las mejores credenciales: la innovación científica y tecnológica. El sistema genera, a su vez, sus propios fondos ya que está previsto que aquellas empresas que crezcan y obtengan ganancias devuelvan parte de la ayuda recibida. Es el caso de Mercado libre que reintegró $1.000 millones que se vuelven a invertir en nuevos proyectos.
Uno de esos proyectos es el desarrollo de la vacuna nacional contra el Covid, ahora en la primera etapa de prueba en humanos en San Juan y Mendoza con 84 voluntarios. Las nuevas fases son más complejas y abarcan a grupos más importantes. Destinaron $72 millones en esta etapa. En alimentos están desplegando la sustitución de ingredientes químicos por naturales al compás de la nueva ley de etiquetado frontal.
Peirano cuenta que son muy selectivos con comités de expertos externos. A tal punto que rechazaron el 47% de los proyectos que les presentaron el año pasado. El foco está puesto en salud, alimentos y energías renovables. En la Agencia resaltan varios ejemplos de rápida respuesta ante la pandemia, desde la fábrica cordobesa Tecme que se reconvirtió velozmente para fabricar respiradores o los barbijos de nanotecnología y los diferentes test de PCR desarrollados en el país. Otro el de suero equino que se utilizó en provincias más familiarizadas para ganar inmunidad. Uno de esos casos, poco conocido, es el de una firma de Brandsen que se dedicada a los hisopos y que adaptó su matriz y con investigadores de la Universidad de La Plata pudo fabricar los hisopos largos, flexibles y que no provoquen ninguna herida para los test de Covid con los exigentes estándares internacionales. Hasta ahora solo los producían dos países en el mundo, Italia y Estados Unidos: hoy los exportan a Chile.
Santiago Carlucci es el presidente de Transportistas Unidos de Argentina. Tiene un solo camión cuyo manejo suele alternar con un chofer. Y expresa así a los asociados de esa entidad que afirman padecer el faltante y la especulación con el gasoil que está provocando problemas en la cadena de abastecimiento y más subas de precios. Así cuenta que en las estaciones les cargan tras largas filas 40 litros que es lo que le alcanza a un camión de porte para recorrer apenas 100 kilómetros. Los sobre precios están a la orden del día ya que una cosa es lo que los estacioneros hacen figurar en la factura y otra la que cobran si quieren el combustible. Se anularon las tarjetas y un viaje de Buenos Aires a Mendoza, que antes lo realizaba en un día, ahora le lleva una semana. Cree que la medida tardía de YPF, de cobrar el doble a los vehículos con patente extranjera, ni siquiera llega a ser un parche.
La dupla Nicolás Pino y Marcos Pereda Born, con un apenas un año en la conducción de la Sociedad Rural tiene que enfrentar otra interna en la entidad. Se trata de una lista patrocinada por el ex presidente Enrique Crotto que encontró una hendija en los estatutos. Sucede a las puertas de la inauguración, el próximo julio, de la postergada exposición de Palermo que tendrá dos actos. Uno, el 21 de julio, toda una innovación, que será una fiesta exclusiva para socios. El otro, la ceremonia oficial. Pese a que aún falta, les confirmó asistencia el ministro Julián Domínguez. Dudan que asista Alberto Fernández.
Thermomix es un robot de cocina fabricado por la alemana Vorwerk en la ciudad de Wupppertal. Lee la receta y puede cortar, mezclar, amasar, cocer a fuego lento, hervir y cocer al vapor. Lo cierto es que busca posicionarse en Argentina y acaba de invertir US$180.000 dólares solo en acondicionar el que será su local más grande en América latina: ocupa toda la plata baja del edificio casi vació de We Work de Vicente Lopez.
El siempre activo Juan José Campanella, ganador del Oscar por El secreto de tus ojos, a través de su empresa 100 Bares Producciones logró en 2018 un Préstamo Sindicado con participación del Banco Ciudad y del Nación en partes iguales. El objetivo: recuperar el teatro Politeama. Campanella aportó el capital original y fue financiado en sus dos terceras partes ($400 millones). Al teatro, con 700 butacas, lo renovaron íntegramente. El presidente del Ciudad, Guillermo Laje, contó que también renovaron el nuevo edificio del recordado teatro Odeón. El Politeama se encuentra en avenida Corrientes casi esquina Paraná y fue inaugurado en 1879, con “Otelo” de Shakespeare. Fue demolido definitivamente en 1958 y su caso generó tanta polémica que derivó en el dictado de una Ley Nacional que dispone que donde anteriormente hubo un teatro, el nuevo edificio deberá contener otro teatro, con por lo menos un 90% de la capacidad del original.
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