Toyota se convirtió en los últimos años en el candidato de las 24 Horas de Le Mans, una de las carreras más míticas del automovilismo mundial. Y el argentino José María Pechito López sueña con volver a conquistarla, luego de sacarse la mochila de ganarla por primera vez el año pasado, igualando una marca que solo tenía Froilán González desde 1954.
“Me siento más tranquilo ya que no cargamos con esa mochila de años anteriores, en los que perdimos teniendo un buen rendimiento y siendo merecedores de más. Esta es una carrera muy larga, en la que uno tiene que lidiar con distintos tipos de problemas. En lo personal tengo la presión de hacer una buena carrera y llegar hasta el final con chances de pelear”, contó el cordobés en la previa.
En una conferencia de prensa virtual con medios argentinos, Pechito reflexionó sobre lo ocurrido en la última edición, en la que finalmente pudo tachar un sueño de sus pendientes. “Eso no cambia nunca, uno pone todo el esfuerzo y un poquito más. Nos preparamos mejor o igual que el año pasado, aunque siempre está ese nerviosismo porque sabés lo difícil y cruel que puede ser esta carrera”, remarcó quien es habitualmente el que conduce de noche el auto número 7, que saldrá desde la primera fila junto al auto número 8 de Toyota, que hizo la pole.
“Realmente no me cambia mucho, durante los últimos años manejé de noche y pude hacer la diferencia. De todas maneras, tenés que ser el mejor en el momento que te toque”, reconoció, al tiempo que alerto que hay que “estar conectado todo el tiempo”.
El jueves, los dos Toyota GR010 Hybrid fueron los mejores en la hiperpole y el sábado (a las 10.30 por Star+) coparán la primera fila de la formación de salida de la nonagésima edición de las 24 Horas de Le Mans. Primero estará el Toyota número 8 que comparten el suizo Sebastien Buemi, el neozelandés Brendon Hartley y el japonés Ryo Hirakawa, que con el segundo al volante marcó un tiempo de 3:24.408. A 420 milésimas se clasificó el número 7, a cuyo volante se turnan Pechito, el británico Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi -piloto elegido para la clasificación-. A sólo 22 milésimas, en tanto, se clasificó tercero el Alpine A480 Gibson del brasileño André Negrao y los franceses Nicolas Lapierre y Matthieu Vaxviere.
Brendon Hartley posa con el trofeo de la clasificación en el Toyota GR010 Hybrid Hypercar número 8,. Foto JEAN-FRANCOIS MONIER / AFP
Consultado sobre qué consejo le daría a alguien que competirá por primera vez en Le Mans, Pechito, con cuatro participaciones consecutivas, el de 39 años dijo: “Le diría que la paciencia es fundamental en este tipo de carreras. Hay que saber cuando acelerar y cuando cuidar el auto, porque vuelta tras vuelta uno se encuentra con situaciones inesperadas. Mi primera vez en Le Mans fue con mucha expectativa por todo lo que significaba. Recuerdo que en aquel momento me decían que Le Mans me tenía que elegir a mí, y no al revés”.
Por último, el cuatro veces ganador del Mundial de Turismo con Citroën y bicampeón en el de Resistencia, ya en las filas de Toyota, remarcó los objetivos a futuro: “Van cambiando y se renuevan, pero queremos validar el título (NdeR: junto a Mike Conway y Kamui Kobayashi se consagraron campeones en 2020 y 2021). En lo personal siento que Le Mans es la carrera más importante y la que todos quieren ganar más allá del campeonato. Hay grandes pilotos que nunca pudieron triunfar acá”.
El trinomio, al que se le cortó una racha de tres años consecutivos marcando la referencia en la clasificación, no la tiene fácil: se encuentra 4° en el campeonato, con 25 puntos y a 32 del Alpine de Negrao, Vaxiviere y Lapierre, que marcha primero.
Qué le sorprendió de la Fórmula 1
La Ferrari, por las calles del Principado, donde vive Pechito López. Foto REUTERS/Christian Hartmann
Hace dos semanas, Pechito López, quien desde hace varios años vive en Montecarlo, vivió el Gran Premio de Mónaco in situ y contó qué fue lo que más le sorprendió, pese a que fue un piloto que se formó en los autos de fórmula y estuvo muy cerca de llegar a la Fórmula 1, después de décadas sin un argentino en la máxima categoría.
“Me sorprendió el tamaño de los autos, que son mucho más grandes que antes. Siento admiración por quienes manejan y soportan la presión que implica correr an la Fórmula 1, aunque también por la forma en la que se trabaja y al tecnología que se usa. El GP de Mónaco estuvo bueno, excepto para los que vivimos ahí, ja”, bromeó quien no pierde la tonada cordobesa aunque se haya establecido en Europa hace más de 20 años, cuando llegó con solo una valija a Italia, según le contó a Clarín el año pasado en una extensa entrevista.
Un piloto de 62 años, excluido por seguridad
El viernes, los comisarios de carrera tomaron una decisión controvertida: excluyeron a un piloto de 62 años, el francés Philippe Cimadomo, tras una sucesión de accidentes durante los ensayos.
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Cimadomo, miembro del TDS Racing x Vaillante número 13, tuvo una salida de pista espectacular, provocó un accidente y estuvo cerca de causar otro.
Su conducción “no cumple los criterios requeridos para participar de manera segura para el resto de la competición”, estimaron los comisarios para explicar su inhabitual decisión.
“Es muy buen piloto, pero debe seguir trabajando”, estimó por su parte en palabras a la AFP Pierre Fillon, presidente del Automóvil Club del Oeste (ACO), organizador de la carrera. “No hay una edad límite para correr en Le Mans, pero evidentemente hay que tener una condición física compatible con la carrera. Es una prueba extremadamente exigente y difícil”, añadió.