“28 de abril de 2022, estuve a punto de saltar del balcón del piso 26 y quitarme la vida”. Así, con esa crudeza y sinceridad, la ex tenista australiana Jelena Dokic confesó el martirio que vivió en los últimos meses y que casi tuvo un desenlace fatal.
La brutal revelación la hizo este lunes con un largo posteo en su cuenta oficial de Instagram, donde la ganadora de diez títulos WTA en el circuito profesional (se retiró en 2014) justificó que lo contaba porque sabe que no es la “única que está luchando”.
La carta completa:
“28.04.2022. Casi salto desde el balcón de mi 26º piso y me quité la vida.
Nunca olvidaré ese día.
Todo está borroso. Todo es oscuro.
No hay tono, no hay imagen, nada tiene sentido: sólo lágrimas, tristeza, depresión, ansiedad y dolor.
Los últimos seis meses han sido duros.
Desde esconderme en el baño cuando estoy en el trabajo para limpiar mis lágrimas para que nadie las vea hasta el llanto imparable en casa entre mis cuatro paredes ha sido insoportable. Los sentimientos constantes de tristeza y dolor no desaparecen y mi vida se ha destrozado.
Me culpo, creo que no soy digna de amar y tengo miedo.
También sé que todavía tengo muchas cosas por las que estar agradecida y entonces empiezo a odiarme porque al sentirme así siento que no estoy agradecida porque no debo estarlo ya que quiero acabar con todo.
Es un círculo vicioso en mi cabeza.
El resultado: casi salto del balcón de mi piso 26 el 28 de abril.
Nunca olvidaré ese día, sólo quería que el dolor y el sufrimiento terminaran.
Me saqué del borde, ni siquiera sé cómo lo logré. Buscar ayuda profesional me salvó la vida.
No es fácil escribir esto, pero siempre he sido abierta, honesta y vulnerable con todos vosotros y creo profundamente en el poder de compartir nuestras historias para ayudarnos a superar las cosas y ayudarnos mutuamente.
Escribo esto porque sé que no soy la única que está luchando.
Sepan que no están solos.
Algunos días son mejores que otros y a veces doy un paso adelante y luego un paso atrás, pero estoy luchando y creo que puedo superar esto.
Creo en lo siguiente: Está bien sentir lo que estoy sintiendo.
Está bien sentirse triste, pero hay que seguir luchando y volver.
Eso es lo que intento hacer y lo que me hace seguir adelante.
No te avergüences de lo que sientes.
Está bien sentirse así y se puede volver de ello. Es posible, sólo hay que seguir creyendo.
Los quiero a todos y aquí está la lucha y la supervivencia para vivir y ver otro día.
Volveré más fuerte que nunca”.