El príncipe Andrés, hijo favorito de la reina Isabel y prohibido por la Familia Real a causa del escandaloso affaire de pedofilia de Jeffrey Epstein, ha exigido a su madre que le restituyan su rango de Su Alteza Real, su grado de Coronel de los Guardias de Granaderos, y presiona para que le devuelvan sus funciones reales, cuando es el noveno en la línea de sucesión al trono, el cuarto adulto y Consejero Real. También pidió que sus hijas, las princesas Eugenie y Beatrice, sean incorporadas a los eventos como miembros activos de la Familia Real.
Las negociaciones estaban lo suficientemente avanzadas con su madre como para que fuera incorporado en las invitaciones oficiales de este lunes para las ceremonias del la Orden del Garter, al que el pertenece, junto a los miembros senior de la Familia Real. El príncipe Andrés iba a aparecer con su capa, sombrero y plumas blancas en la procesión de la Familia Real este lunes en el palacio de Windsor.
Pero un abierto lobby de su hermano y heredero, el príncipe Carlos, y de su hijo William, el próximo en el trono, se opuso a la participación de duque de York en la ceremonia de este lunes.
Miembros de la familia real machan sin rastros del príncipe Andrés. Foto: Reuters
Carlos dijo que “no había regreso” de Andrés, el duque de York, “a la Familia Real”. El heredero se ha convertido en un regente de ceremonias ante los problemas de movilidad de su madre. El príncipe William lo apoyó. Pero la decisión final pertenece a su madre, la soberana, y no a ellos.
Almuerzos con mamá, la reina
Andrew y la reina, juntos tras una misa de Acción de Gracias en homenaje al fallecido príncipe Felipe Foto: Reuters
Andrés almuerza diariamente con la reina en el palacio de Windsor, la acompaña y ella lo escucha. El futuro del Duque de York está siendo discutido con su madre mientras su hermano, el heredero, quiere exiliarlo a Escocia y que desocupe la casa de la reina madre, donde el vive con su ex esposa Fergie en el parque de Windsor.
Andrés se niega a ir a Escocia, a mudarse de su casa de 32 habitaciones y a no tener un rol. Se considera inocente y nunca fue parte del juicio contra Epstein. Pagó 12 millones de libras a Virginia Roberts Giuffrey, después de varios meses de negociaciones, por una denuncia de abuso sexual. El dinero lo aportó el príncipe Carlos y la reina. Él siempre proclamó su inocencia.
William y Kate, los duques de Cambridge, quieren mudarse a Windsor desde septiembre junto a sus hijos para estar cerca de la soberana y proyectan vivir en la casa que actualmente ocupan Andrés y Fergie.
Foto cedida por Buckingham Palace muestra a la reina y a sus sucesores inmediatos, el príncipe Carlos y su esposa, Camila. Foto: AP
Si bien los adultos de la Familia Real no sienten la menor simpatía por Andrés y su conducta, deben reconocer que el hijo de la reina necesita un futuro y poder organizar su vida, a los 62 años y sin fortuna personal. Para ello necesitará el apoyo del palacio.
El duque recibió su titulo de Coronel de los Granaderos como herencia de su padre, el príncipe Felipe. Continúa usando su campera cuando cabalga en el parque de Windsor diariamente. Una posición de la que su padre estaba orgulloso. Su deseo de usar el uniforme para el funeral de su padre forzó a todos a utilizar jacquet en la ceremonia. El rango fue entregado a la reina en enero pasado.
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Más allá de que ha sido excluido de la “nueva Familia Real trabajadora” británica, junto a sus hijas más Harry y Meghan, los duques de Sussex, Andrew sigue siendo formalmente el noveno en la línea de sucesión y Consejero real con Harry. Si a la reina le pasa algo, ellos pueden reemplazarla en sus actividades.
Otros tiempos. El príncipe Andrew en Ascot. Foto: Reuters
La interna royal
El caso Andrés muestra la batalla interna entre la Familia Real. La reina Isabel no quiere perder su poder a pesar de sus problemas de movilidad, y quiere seguir controlando el trono desde el palacio de Windsor. El príncipe Carlos y William buscan comenzar a diseñar ellos el futuro, ahora.
Una fuente cercana al duque dijo que es “su personal decisión” no aparecer en público. Una fuente del palacio de Buckingham lo describió como “una decisión familiar”.
El príncipe puede participar en el almuerzo en el palacio de la investidura de la orden de Garter en el salón del trono, donde va a ser investida Camila, la duquesa de Cornwall. El día de Garter es una de las celebraciones más importantes del verano de la Familia Real y se produjo este lunes, tres años después de haber sido interrumpida por la pandemia.
Se lo vio a participar en toda regalía al primer ministro Tony Blair y en la ceremonia en la capilla participaron Kate, la duquesa de Cambridge y Sophie, condesa de Wessex.
París, corresponsal
ap