Pese a que todavía no terminó la campaña gruesa de la campaña 2021/22 -quedan por cosechar -, los productores ya están planificando lo que será un nuevo ciclo para maíz y soja. Y las empresas también se preparan para poder ofrecer variedades de punta y adaptadas a los problemas actuales.
“Vemos la campaña con mucho entusiasmo a nivel de la empresa. Ya es nuestra cuarta campaña comercial de maíz y la segunda en soja. En ambos productos estamos crecimiento acorde a lo proyectado, por lo que muy contentos por esto y también por el gran equipo que se está formando, con una gran parte de jóvenes profesionales y otra de personas con conocimiento del negocio de semilla”, dijo Ignacio Rosasco, gerente General de Stine.
Por el lado de la superficie de maíz – apuntó- , se espera un incremento de un 9,6% de la superficie según lo proyectado por la bolsa de cereales esta campaña (2223). “Creo que este incremento va a ser dirigido hacia lo que es maíz tardío, y también como consecuencia por una probable merma en la superficie de trigo que estamos teniendo”, adelantó el directivo de la empresa.
Ante este contexto, Rosasco explicó que ya hace un tiempo vieron una oportunidad en el desarrollo de híbridos de ciclo más corto y de menor porte. “Ya los tenemos comercialmente incorporados en nuestro portafolio desde hace dos campañas”, contó.
Según explicó, el productor los está demandando para las siembras tardías al ser híbridos de ciclo más cortos con muy alto potencial de rendimiento. “Les permite minimizar el riesgo de las heladas tempranas, y así llegar más rápido a cosecha con una humedad inferior dándoles además otro beneficio adicional al productor”, sostuvo.
Por otra parte, Rosasco hizo foco en un punto clave para la campaña que viene, como es la disponibilidad de semillas de maíz. “Vemos con preocupación una escasez de semilla de maíz debido a las faltas de lluvias y altas temperaturas en la primavera pasada, condiciones que han afectado los lotes de producción de semillas. Por lo que entendemos y vemos que a nivel mercado la oferta de semillas puede llegar a ser un poco más limitada en lo que respecta a otras campañas”, sentenció.
En este sentido, remarcó caerá el uso de tecnología. “Los costos de una hectárea de maíz hoy en día son mucho más elevados que los de la campaña pasada, al igual que el arrendamiento de los campos. Y esto lógicamente redundará en cultivos con un menor uso de tecnología”, dijo.
De todas maneras, sostuvo que el productor sabe de la importancia de la nutrición balanceada en el maíz y ahora con la baja en el precio de la urea que se observó, también puede influenciar positivamente y más aún para los maíces tardíos.