Por: Santiago Caruso (@Santiago_Caruso)
Boca Juniors quedó afuera de la Copa Libertadores ante Corinthians en una eliminación que solo se explica en la impericia de su goleador Darío Benedetto para resolver cuatro jugadas en momentos claves del encuentro. El equipo de Sebastián Battaglia fue superior, dominó el partido, controló la pelota y generó las mejores situaciones. Pero no contó con una buena noche de su 9, el delantero del equipo, ese que no suele fallar en este tipo de contextos.
La primera clara acción se originó en un despeje de Marcos Rojo en el área propia que mandó a correr a Exequiel Zeballos. El joven extremo desequilibró por derecha y encontró en posición inmejorable a Pipa, que se excedió en su recorrido desde atrás de mitad de cancha y llegó pasado al impacto con la pelota. El intento salió mordido y desviado.

La segunda se dio con el penal. Raul Gustavo le propinó un descalificador codazo a Pol Fernández (merecedor de tarjeta roja) que el árbitro Andrés Matonte cobró mediante el VAR pero perdonó con una amonestación. Benedetto volvió a entrar en escena, tomó la pelota y estrelló su ejecución contra el palo con una violencia desmedida. La potencia de su remate es una característica de la que hace gala el ex Elche, aunque anoche le jugó en contra.
Ya en la etapa complementaria, antes de que el cotejo ingrese en su meseta final, hubo otra oportunidad inmejorable en los pies de Pipa; que picó habilitado, intentó por arriba de Cassio y la pelota pasó apenas encima del travesaño. La cuarta y última, que terminó de confirmar una noche para el olvido del goleador, fue el penal directo a la tribuna.
Benedetto rompió en llanto tras la eliminación de Boca de la #Libertadores: Pipa falló dos penales. pic.twitter.com/oDbf1pQ2k9
— SportsCenter (@SC_ESPN) July 6, 2022
A medida que el encuentro se iba, Boca vio con buenos ojos la posibilidad de ir a penales. Una instancia que históricamente le sienta bien, envalentonada por la actualidad que atraviesa su arquero. Sebastián Villa y Benedetto fallaron, Agustín Rossi mantuvo la serie con dos atajadas. Cassio le contuvo a Juan Ramírez y Gil sentenció la serie.
A los jugadores se les podrá reprochar la falta de respuestas individuales -en especial de mitad de cancha hacia adelante-, al entrenador la falta de variantes colectivas y al Consejo de Fútbol la falta de refuerzos de jerarquía en el vigente período de transferencias.
Boca tiene un muy buen 11 titular, top de Sudamérica, pero con un banco de suplentes que no está a la altura. En un país de agitado presente en materia política y económica, cada vez se hace más difícil competir con el poderoso mercado brasileño. Así y todo, Boca no mereció perder contra Corinthians.
“Hay partidos que se definen por detalles”, reza un viejo dicho, y la Copa Libertadores en esta instancia -gran parte de las veces- define a sus clasificados por detalles. En los detalles fue que Boca quedó eliminado. O mejor dicho, en cuatro momentos puntuales que Benedetto no supo concretar. Por eso sus lágrimas.