A menudo escuchamos decir que la juventud está sin rumbo, perdida, no tiene un buen futuro o que carece de valores. Y se cuestionan muchos de sus actos, errados, a la educación en valores de la familia, la escuela y la sociedad.
Quizás este caso no sea el único, pero es el que se hizo visible y pueda servir de ejemplo para otras personas, niños, jóvenes y adultos y nos ayude a cambiar el concepto que recae sobre los adolescentes.
Es la historia de Fabricio Visuara, un joven de Simoca, estudiante de 4° año de la Escuela Técnica N° 1 de Monteros, quien demostró con su gesto noble y con valor, que no todo está perdido como algunos creen y las buenas acciones existen.
Hace unos días, Fabricio regresaba a su casa después de clase como cada mañana, junto a dos amigos. Cuando en cercanías de la terminal monteriza, encontró una billetera que contenía dinero en efectivo, documentos y otros papeles importantes.
Luego de revisar su contenido y al encontrar datos del dueño, eligió el camino correcto, de obrar en valores, como se enseña en casa y se transmite en la escuela. Decidió acercarse hasta la dependencia de Gendarmería Nacional y dejó asentado su hallazgo.
Desde la fuerza de seguridad constataron el contenido de la billetera y se comunicaron con el dueño, quién reconoció que “todo” se encontraba en su lugar.
Hasta aquí, la muestra del primer gesto “noble” del joven.
Reconocimiento a la “honestidad”
Las buenas acciones merecen su reconocimiento. Y esto fue lo que sucedió. El Jefe de la Sección Monteros, Sub-alférez Exequiel Ferreira envió una carta al establecimiento donde cursa sus estudios Fabricio, haciendo mención a su acción desinteresada.
“Es oportuno reconocer y felicitar al alumno Fabricio Visuara, por su gesto de buena fe y los grandes valores que demostró en su buen accionar, desde mi parte y de personal que me depende”.
“Asimismo lo instamos a continuar con este criterio y tesitura que demuestra el compromiso, los valores y las virtudes que lo caracterizan”.
El dueño de la billetera, también se contactó con el joven y a modo de agradecimiento por su obrar le ofreció una recompensa. El segundo acto de bien. Fabricio decidió dividir ese dinero en partes iguales y compartirlo con sus dos amigos, quienes lo acompañaban al momento del hallazgo.
La Escuela, por su parte, se hizo eco de estos acontecimientos y decidió agradecer y destacar la buena acción de Fabricio, por lo que aprovecharán la celebración del Acto por el 9 de Julio, para felicitar al joven y su familia, el reflejo de la educación en valores que transmiten no solo a su hijo, sino también a la sociedad.
Felicitaciones a Fabricio. Y el agradecimiento por enseñarnos que no todo está perdido y a creer que un futuro mejor existe y es posible.
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