La violencia sigue azotando al mundo del deporte y no cesa: atraviesa a todas las disciplinas y cada vez aumenta más y más. Este sábado el lugar del suceso fue Indonesia: Arema FC perdió 3-2 ante Persebaya Surayaba en el estadio Kanjuruhan y se produjo una tragedia.

Los hinchas saltaron las vallas e ingresaron a la cancha con mucho enojo. La policía tuvo la orden de reprimir y comenzaron los enfrentamientos, corridas y golpes. Según informó Nicolas Afinta, inspector general de Java Oriental, hasta el momento habrían 130 personas fallecidas y más de 200 heridas.

Wiyanto Wijoyo, Jefe de la Oficina de Salud del Distrito de Malang, afirmó: “Murieron por el caos, los empujones, los pisotones y la falta de aire”. Además, comentó que los hinchas quisieron atacar a los futbolistas visitantes.

“No solo invadieron el campo, también dañaron autos policiales e incendiaron objetos en el estadio. Las acciones de los simpatizantes obligaron a las fuerzas de seguridad a repeler, incluso utilizando gases lacrimógenos”, cerró.

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La Liga de Indonesia suspendió todos los encuentros de la jornada y prohibió la presencia del público en el Kanjuruhan en lo que resta del campeonato.

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