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Luciano Castro no reniega del que fue ni de su fachada estética, ni siquiera del mote de galancito que muchos exprimen por años y luego pretenden extirpar con precisión de quirófano. Por el contrario, trabajó -y trabaja- duro para mantenerse en la misma línea pero desde siempre supo que debía -y quería- ir por más. Desde aquel consejo que alguna vez le dieron Gustavo Yankelevich y Cris Morena cuando daba sus primeros pasos, a comienzos de los 90 en el ciclo juvenil de Telefe: “¿Vos querés vivir de esto? Capacitate. Lindos como vos, hay miles”. Y lo mandaron a estudiar teatro con Raúl Serrano.

Consciente de eso, construyó entonces un pilar para sostener su carrera más allá de la imagen. Y lo logró con creces, porque desde hace años todo lo que toca lo convierte en éxito. Protagonizó las principales tiras de la televisión, arrasó en las carteleras del verano marplatense y supo proyectar una carrera sólida con un público que lo sigue incondicionalmente. Ya asentado en la actuación, decidió que quería ir por más y se convirtió en gestor de sus propios proyectos, armando equipos de trabajo y siendo partícipe activo de cada producción en la que se involucra.

Aunque comienza el día con el alba, con un entrenamiento riguroso a las 6 de la mañana que lo sostiene a diario desde hace años -llueva, truene o esté de vacaciones-, a sus 47 el actor exhibe una energía arrolladora. En pareja con Flor Vigna, no solo tiene tiempo para el amor, selfies y redes, sino también para un sinfín de actividades laborales. Mientras planea hacer temporada de teatro en Mar del Plata de la mano del productor Javier Faroni con El divorcio y ya ensaya junto al resto del elenco -Natalie Pérez, Pablo Rago y Carla Conte-, toda la atención está puesta en El buen retiro, la nueva serie argentina que ya se convirtió en un éxito en el streaming. Con coproducción de Flow y Kuarzo, es una creación de Martín Kweller y cuenta con un equipo de lujo: Betiana Blum, Mirta Busnelli, Claudia Lapacó, María Leal y gran elenco.

Luciano Castro y un dream team de actrices: Betiana Blum, María Leal, Mirta Busnelli, Claudia Lapacó
Luciano Castro y un dream team de actrices: Betiana Blum, María Leal, Mirta Busnelli, Claudia Lapac

—Uno de los puntos fuertes de El buen retiro es justamente su elenco, tanto sus protagonistas como los actores secundarios, son todas figuras

—Empezamos a tirar nombres y es gratis soñar, pero más nos sorprendía cuando nos decían que sí, y se sumaba un Gustavo Garzón, Raúl Rizzo. Entonces decís: ´Bueno, parece que tiene un atractivo`. Toda gente de cine, con mentes nuevas, había que tener mucha paciencia, algo que me costó entenderlo al principio porque vengo de otra tele, de otros tiempos. Hasta que un compañero se tomó el trabajo de explicarme por qué, y me dio mucho pudor, me sentí orgulloso de ser parte. Es toda una nueva generación que quiere que se vea bien su trabajo, autores, productores, fotografía. Y sumado a un elenco fuerte, se genera un combo muy lindo.

—¿Te gusta este formato de serie en el que ya tenés escrito de antemano todo lo que le va a suceder a tu personaje, vos que venís del palo de la novela y las tiras largas que sufren cambios según el rating?

—Sí, me gusta y más. Es lindo trabajar con un principio y un final, tiene una cosa cinematográfica que está buena. Ya tenía los ocho libros cuando empecé a trabajar, ya sabía qué me pasaba cuando tuve que encarar el famoso arco dramático. No tenés que esperar que te llegue una hijuela, ojo no estoy criticando, son distintos formatos y formas de trabajar. Es donde mejor me muevo en una tira pero me tuve que adaptar más a esto que a lo que es una tira, que lo hago más mecánico.

Luciano Castro protagoniza El buen retiro
Luciano Castro protagoniza El buen retiro

—En el último tiempo trabajaste con tu grupo de amigos, te convertiste en gestor de esos proyectos, ¿qué te mueve para aceptar un personaje? ¿Pronto te podríamos ver en un rol de director, por ejemplo?

—Un montón de cosas me mueven. Artísticamente, tiene que haber alguien con ganas de dirigirme, de ser parte. Hace un tiempo me di cuenta que me gusta trabajar con amigos, con colegas, creamos proyectos juntos y eso hace que me sienta parte, entonces me siento tranquilo. No tengo la capacidad de hacer técnica, no me veo como productor o director, yo soy un gran gestor, puedo hacer esto o tener una agencia de autos, es lo mismo, pero bueno, me va bien acá. Yo uno las partes y ese es un trabajo que me da placer, pero después hay gente que escribe, que actúa, que dirige, todos hablamos de lo mismo, eso es lo atractivo, no es que pensamos todos distintos, pero cada uno tiene un rol y eso está bueno.

—¿Ya tienen prevista una segunda temporada?

—Ojalá que guste, que esté a la altura, para que haya una segunda temporada tiene que haber una demanda. Estamos convencidos que sí habrá, de hecho creo que está escrita. Queda un final muy abierto, queda un pie muy grande para que eso suceda, sobre todo para las chicas, el final las coloca en un lugar que decís: ¿y ahora? Así que seguro suceda.

—¿Y con Flor bien? Siempre se los ve juntos, te vemos en redes muy activo, algo que no eras.

—Voy a sacar también un disco (risas). No, pero tiene que ver con lo que te decía antes, con algo nuevo, con algo que motive, que genere, la China acompaña, genera, motiva, escucha, y eso también decís: “bueno, voy a dar un poquito más”, hasta para hacerme el canchero si querés, pero voy a dar un poquito más igual, no me importa. La paso bien, estoy bien.

—¿Por casamiento e hijos ni te pregunto?

—No, por eso la pasamos bien. La idea es pasarla bien.

LA REACCIÓN DE FLOR VIGNA ANTE TRES AMIGAS QUE SE HICIERON SU TATTOO

Flor compartió una foto de su tatuaje en diálogo con otra de estas jóvenes luciendo su mismo tattoo.

«Esoy flasheada con estas tres pibas hermosas que se hicieron mi tattoo y me etiquetaron», contó en Instagram.

La única diferencia del tatuaje de Flor con el de las chicas es que ellas le sumaron una carita sonriente.

La reacción de Flor Vigna porque tres fans se hicieron su tatuaje: "Estoy flasheada"