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Detuvieron en Barcelona a un pastor evangélico argentino acusado de varios casos de abuso sexual a menores

La Policía Nacional de España detuvo en Barcelona a Jonatan Matías Blanco, un pastor argentino acusado por múltiples casos de abuso y agresión sexual a menores de edad que habría cometido en la congregación evangélica que estaba a su cargo.

El sacerdote, de 38 años, está imputado por abuso sexual agravado en una causa que tramita en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°43, a cargo de Alejandro Héctor Ferro. El magistrado había solicitado su captura internacional a Interpol, para proceder a su posterior extradición. El 16 de noviembre pasado, el hombre fue capturado por las fuerzas de seguridad ibéricas.

Blanco cuenta con un historial de abusos por distintos hechos ocurridos entre 2017 y 2021. El pastor evangélico aprovechaba el vínculo de confianza construido con el trato frecuente con los adolescentes que participaban en su organización, para luego perpetrar los abusos.

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Según fuentes del caso, la metodología consistía en encontrar pretextos para avanzar con sus intenciones. En una de las denuncias se explica que Blanco le prometió a una de sus víctimas, un chico de 14 años, regalarle una rueda para el monopatín que le habría traído de un viaje a los Estados Unidos. El pastor lo invitó a dormir a la casa de su madre, algo que los padres consintieron. En ese entorno, le tocó los genitales sin su aprobación. El niño se dio cuenta de lo ocurrido. No había nadie más en esa noche.

En base a la acusación, la mecánica se repitió en otros seis casos similares, buscando situaciones para quedarse a dormir junto a sus futuras víctimas. En otro hecho, invitó a pernoctar a dos hermanos, de 12 y 14 años, manoseó los genitales del más chico, le practicó sexo oral y luego le sacó fotos y lo filmó. “Shockeado” por lo ocurrido, la víctima simuló que dormía.

“Masajitos bro”

En otra denuncia, el pastor invitó a otro menor de edad a participar de las oraciones que realizaba alrededor del Hospital Sirio Libanés, donde estaba internada su madre, aprovechando esa circunstancia de mayor vulnerabilidad. En ese contexto se fueron al mismo departamento, y allí cometió el abuso con la excusa de darle un masaje. La víctima “despertó con la sensación como si le estuvieran bajando la piel del prepucio y vio al pastor muy cerca de él, tanto que alcanzó a sentir su respiración en su oído”, según consta en las actuaciones policiales. Al darse cuenta, el chico quiso voltearse, pero recibió un beso en la cara, suponiendo que estaba dormido.

M.E.J., el adolescente de 12 años que denunció a Blanco, también fue objeto de la técnica del masaje. El pastor se le abalanzó y metió sus manos en el short de fútbol. El chico reaccionó al abuso y le preguntó qué hacía. En esa ocasión, Blanco paró, y le dijo, excusándose: “Masajitos bro”.

Las invitaciones del acusado incluían otros motivos que pudieran captar la atención de los adolescentes de su congregación. Los convocaba a jugar a la Playstation, ver una película o tomar mate.

En uno de los casos, Blanco abusó de un adolescente un día antes de que cumpliera la mayoría de edad. En la noche que ocurrió el delito, mientras dormía, el joven se dio cuenta de que había pasado algo sin su consentimiento. Advirtió que estaba con sus calzoncillos semi bajos, y creyó que lo que sospechaba no había pasado o se trataba de un sueño. Pero la secuencia se volvió a repetir.

E.E.M., otra de las víctimas que tenía entre 15 y 16 años cayó en la treta cuando Blanco le quiso enseñar a conducir y lo invitó a su casa. Los padres, al igual que en otros hechos, consintieron por la confianza que tenían en el pastor. Durante la noche, el adolescente percibió toqueteos mientras dormía, pero creyó era una sensación. Intentó “archivar” lo que había pasado en su memoria, pero las situaciones incómodas y de abusos eran recurrentes. El pastor solía comentar al joven sobre sus glúteos, le susurraba al oído, y le ponía la mano en la pierna mientras conducía el auto. E.E.M. evitó pensar lo peor por la “altísima estima” que le tenía a Blanco.

En España, el pedido de captura del juez llegó el 10 de noviembre. La instrucción apuntaba a localizar y detener a “un fugitivo de la lista de los más buscados” del país. La detención se produjo a los seis días, y recién este martes se conoció su suerte.

Este miércoles, 30 de noviembre, Blanco celebrará su cumpleaños número 39 apresado, a la espera de su extradición.



Fuente Los Primeros