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A más de 16 años del crimen de Ángela Beatriz Argañaraz las dudas siguen. El caso fue resuelto pero el misterio que gira en torno a qué hicieron con su cuerpo sigue intacto. La historia del caso de “Betty” dejó huellas que aún despiertan polémicas que dividen a la sociedad.

El 1 de agosto de 2006, en el despacho de la investigadora, se había establecido el recorrido que había realizado Ángela Beatriz Argañaraz el día que fue vista por última vez por su ex pareja, Julio Navarro. A dos cuadras de su domicilio, tomó un interno de la línea 103 y se bajó en avenida Alem y Lavalle. De allí tomó un remise Fiat Uno Blanco con una estrella para, supuestamente, dirigirse al establecimiento educativo ubicado en Barrio Norte. Esos eran los datos con que contaban los investigadores para comenzar la búsqueda. No encontraron nada en el trayecto que hizo desde su casa hasta la zona del ex Abasto en ómnibus y después el que hizo en el auto de alquiler.

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La primera búsqueda se realizó en el colegio. Todavía no se mencionaba la pista que involucraba a las ex novicias. Los investigadores se presentaron y, para evitar problemas por la falta de colaboración, fueron con una orden de allanamiento. Recorrieron las instalaciones y los túneles que hay en la sede del colegio. Pero los rastrillajes cambiarían a partir del 5 de agosto, el día mismo que las ex novicias fueron aprehendidas. “A lo largo de la investigación tuvimos que ir en contra de los prejuicios del clero y de los educadores, que en realidad, son dos pilares muy importantes de nuestra sociedad”, recordó en su momento la fiscala Adriana Giannoni.

El sábado 5 de agosto, con las sospechosas tras las rejas, El Cadillal tuvo un inusual movimiento para ese mes. Decenas de policías, funcionarios judiciales, abogados, peritos y curiosos se instalaron en la casa de fin de semana que Fernández y Acosta tenían en la entrada de la villa. Sospecharon que podrían haber ocultado allí el cuerpo porque ellas mismas admitieron que el día que desapareció “Betty” estuvieron ahí. No encontraron nada, pero al sumar más indicios, decidieron ampliar la búsqueda de la zona.

Encontraron restos óseos en Ticucho

Actualmente, la sentencia en contra de las acusadas cerró la causa, pero la de la búsqueda de “Betty” sigue abierta. En ese contexto, este miércoles por la noche se dio a conocer por parte de la polícia que se encontraron restos óseos en la zona de Ticucho.

Según el informe, al que tuvo acceso Los Primeros, Miguel Ángel Argañaraz, hermano de maestra desaparecida se hizo presente en la comisaría El Cadillal y afirmó que un hombre de 49 años habría encontrado dos huesos  en Ticucho, que podrían ser pertenecientes a la víctima. 

Esta mañana, según lo que contó a nuestro móvil Liliana Argañaraz que desde la morfología serían de restos humanos y se está trabajando para saber si se tratarían o no de la maestra. El lugar se encuentra resguardado y se hacen los peritajes correspondientes. 



Fuente Los Primeros

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