Por Redacción Voces Críticas
lunes 06 de febrero de 2023
Las realezas europeas siempre se han caracterizado por intentar realizar acciones que sirvan como ejemplo para la sociedad, aunque a veces no sea tan así, como sucede con algunas prácticas de Felipe VI y la reina Letizia.
Si bien desde que asumieron la conducción de la Familia Real Española, tanto el monarca como su esposa trataron de evitar cualquier tipo de situación que despierte polémica, no lo pudieron lograr por un gusto personal de él.
Aunque a veces no lo demuestre demasiado y trate de ser cauteloso al hablar sobre algunas marcas en particular, el hijo de Juan Carlos I es fanático de los autos, en especial de aquellos que son fabricados por la firma Mercedes.
Esto se evidencia con la compra del Clase S 600 Guard, que el rey comenzó a utilizar a fines del 2018 y con el que logró llamar la atención de propios y extraños, en especial de quienes no conocían esa faceta de su vida, que viene cautivando desde niño.
Lo que nunca se percató Felipe VI es que el vehículo produce una alta cantidad de emisiones de dióxido de carbono, más de 250 gramos por kilómetro, lo cual es un factor contaminante para el sistema y que colabora con el denominado calentamiento global, que tanto afecta al mundo.
Dicho modelo, que para muchos es considerado como un ejemplo de contaminación ambiental, no se encuentra dentro de los parámetros de movilidad sostenible, que vienen promoviendo distintos gobiernos desde hace tiempo. Por lo pronto, el rey no tomó ninguna decisión al respecto.