jueves 16 de marzo de 2023
A pesar de ser nombrados oficialmente como príncipes por la Casa Real Windsor, los hijos del príncipe Harry y Meghan Markle continuarán viviendo alejados de los palacios y de todo tipo de protocolos reales exigidos, a petición de sus padres.
Y es que, al momento de hacer su controversial salida de la monarquía, tanto el duque de Sussex como su esposa acordaron renunciar a cualquier título real, privilegio u obligaciones directamente relacionadas con su posición en la Familia Real, y así trasladarse a Estados Unidos.
De esta forma, Archie y Lilibet Diana tendrán la oportunidad de disfrutar sus vidas en la privacidad de su hogar en California, además de gozar de otras libertades durante sus respectivas adolescencias y en la adultez.
En este sentido, los pequeños de Harry y Meghan no serán sometidos a cumplir una de las reglas más estrictas en la escena royal, y es aquella que dicta que los niños deben comer en una mesa aparte, separados de los adultos, especialmente en ocasiones especiales como bodas y cenas navideñas.
Según Darren McGrady, un exchef real, esta particular norma tiene la intención de enseñar a los más chicos a comportarse hasta que aprendan los modales necesarios para sentarse en el comedor principal junto a sus padres o figuras adultas.