Después de días de temperaturas extremas en la provincia de Tucumán y en todo el país, marzo está siendo un mes con récords de temperaturas. Sin embargo, el alivio parece estar cerca con lluvias, luego de la agobiante ola de calor que generó uno de los veranos más secos desde que se tiene registro.
En este contexto, LV12 Radio Independencia se comunicó con el observador meteorológico en el Aeropuerto Internacional Teniente General Benjamín Matienzo, Cristofer Brito: «Ayer por suerte tuvimos algunas precipitaciones que se dieron más que nada en zona de montaña durante la tarde noche. Hoy vamos a tener casi el mismo escenario con precipitaciones más que nada sobre zona de montaña y ya recién, mañana miércoles, vamos a tener precipitaciones sobre la llanura, dándose algunas durante las primeras horas de la mañana, pero las más significativas van a llegar a la tarde noche producto de la gran cantidad de humedad que hay todavía presente en el ambiente a causa de este ingreso de aire caliente y húmedo que tenemos en la provincia».
Con el inicio de las lluvias vendría «un leve descenso de temperatura», que empezaría mañana por la noche, donde la provincia pasará de tener 35º o 36º a un pequeño respiro con 28º o 30º. Asimismo, el meteorólogo indicó que la semana próxima podría generarse un mayor descenso de temperatura en la provincia.
Brito informó que lo que se conoce como «otoño climático», es decir, los meses de marzo, abril y mayo, serán meses donde las temperaturas tendrán un valor por encima de lo normal, «esto quiere decir, que es muy probable que el otoño en Tucumán sea algo templado».
Si bien habrán «entradas de frío», no será el mismo otoño de otros años, «con ese ambiente freso por la mañana».
De esta manera, señaló que la semana próxima se realizará una «reunión climática del Servicio Meteorológico» con el propósito de determinar cómo serán las temperaturas en el mes de abril, mayo y junio de forma exacta.
¿Por qué tardan en llegar las lluvias?
El fenómeno de La Niña, que consiste en el enfriamiento de las aguas del Océano Pacífico, provoca que la atmosfera tarde en adaptarse a los cambios de manera rápida.
Si bien, en la provincia, el fenómeno finalizó a finales de febrero y comienzos de marzo, las olas de calor continúan como una respuesta de la atmósfera que «lo sigue manteniendo hasta que se reacomode todo el sistema climático a nivel mundial».
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