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viernes 07 de abril de 2023

La relación entre la reina consorte del Reino Unido, Camila Parker Bowles, y el rey Carlos III ha estado envuelta en controversia desde su inicio en 2005. A pesar de que actualmente están casados y son una pareja estable, su camino hacia la aceptación por parte del pueblo británico y de la familia real no ha sido fácil.

Uno de los principales obstáculos en su relación fue la desaprobación de la familia de la reina consorte. En particular, el padre de Camila, Bruce Shand, no estaba de acuerdo con la relación de su hija con el entonces príncipe de Gales. Se dice que incluso acusó al hijo de Isabel II de ensuciar el buen nombre de su familia y lo hostigó permanentemente.

La bisabuela de Camila, Alice Keppel, también fue amante del rey Eduardo VII, lo que no fue bien visto por la familia real. A pesar de los obstáculos, el rey Carlos III intentó conquistar el cariño de su suegro en múltiples ocasiones, pero la relación siempre fue tensa.

La mayor crisis en su matrimonio ocurrió en su aniversario número 13, cuando Camila pidió el divorcio al entonces príncipe de Gales. Al parecer, esto fue motivado por un momento difícil que tuvo con el príncipe Guillermo, Kate Middleton y Meghan Markle, y por sentir que su esposo no la apoyó.

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Según fuentes cercanas a la realeza, Camila amenazó con contar los secretos más oscuros de la familia real si no aceptaba su petición de divorcio. Afortunadamente, la pareja superó esta crisis y continúa casada hasta el día de hoy.

A pesar de la desaprobación de su entorno, Camila y Carlos III han demostrado ser una pareja unida y comprometida. Ellos han enfrentado diversas dificultades juntos, incluyendo la tensa relación con la familia del rey y la crisis de su matrimonio. Su unión ha sido un ejemplo de perseverancia y amor. Informa Voces Críticas.

/Fuente Voces Criticas