Luego de que la vicepresidenta Cristina Kirchner revelara en una entrevista televisiva que ya era hora de que «los hijos de la generación diezmada» tomaran la posta en el peronismo, todos los focos se dirigieron al ministro de Interior,Eduardo «Wado» de Pedro.
Si bien el referente camporista está haciendo un rally de reuniones y recorridas con dirigentes de todo el país, su nivel de conocimiento tiene un piso bajo a nivel nacional y no queda demasiado tiempo para que pueda instalarse y al mismo tiempo generar entusiasmo en la militancia.
Es por eso que en el Instituto Patria barajan un plan B que tiene como protagonista al gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
El líder de La Cámpora, Máximo Kirchner -y cada vez más dirigentes del peronismo- están convencidos de que sin contar a Cristina Kirchner, quien ya dijo varias veces que no quiere participar electoralmente este año, el dirigente kirchnerista que más efervescencia provoca en las bases y quien más retiene el voto de la vicepresidenta es Kicillof, por lo que su presencia en la boleta presidencial sería la mejor solución para llegar al balotaje, el objetivo de mínima que tiene el Frente de Todos.
Aquí es donde entraría en juego la teoría del enroque, que Cristina Kirchner tiene cada vez más en cuenta. Con Kicillof en la boleta presidencial, quedaría la vacante para la candidatura a gobernador, y allí podría recalar De Pedro. En su carácter de titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, uno de los principales impulsores de la tesis «Axel para arriba» que tanto resiste el gobernador, le preparó al ministro de Interior una foto muy sugestiva en Quilmes junto a los intendentes peronistas de las populosas primera y tercera sección electoral.