Luego de haber anunciado que se baja de El Divorcio, la obra teatral de su novio Luciano Casto, una de sus más fanáticas fue a buscar a Flor Vigna a la puerta del teatro.
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La joven, orgullosa de lo que había hecho, se levantó un poco la remera y le mostró a su ídola que se había tatuado ¡su nombre y apellido! en la parte alta de las costillas.
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Aunque Adrián Pallares contó que desde la producción de la comedia que protagoniza Luciano Castro describieron a Flor como «muy intensa».
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