Con el paso de los años, la acción del sol, el calor y la humedad, los pisos de madera pierdan su color natural porque están expuestos a su desgaste natural. Esto puede generar ciertos problemas cómo arañazos o rayas provocados por el contacto con otros objetos, pérdida de la capa protectora, hinchamiento o deformaciones y áreas en las que falta barniz.
Para que los pisos conserven su aspecto, color, tono y brillo de la mejor forma posible, estos son algunos consejos básicos de limpieza y mantenimiento:
– Poner un felpudo en la puerta de la calle para no entrar con los pies mojados o sucios y evitar manchas y huellas