Los juegos que potencian la creatividad y la imaginación, en lo que los niños incluso pueden poner ellos mismos las reglas, son los que más conexiones neuronales generan, y por ende, los más eficaces para desarrollar aspectos como la inteligencia, la resolución de conflictos o la empatía.
En una charla con Business Insider, la psicóloga de la universidad de Columbia, Estados Unidos, Laura Markham, pone el foco en el juego no estructurado como el ideal para la infancia. Juegos, ya sean táctiles o puramente creativos, en los que exploren el entorno en sus propios términos, siguiendo sus reglas.
El juego no estructurado es el primero de su lista de recomendaciones, ya que están experimentando con el mundo. Les ayudará a empatizar, a conocer y controlar mejor sus emociones, y a resolver situaciones de forma eficiente, mejora las habilidades cooperativas, contribuye a aprender y desarrollar conocimientos a partir de la imitación y del prueba error. El juego de simulación es importante para que aprendan a autorregularse y a afrontar conflictos.