El papel crucial de la saliva suele pasar inadvertido, pero es fundamental para mantener la salud bucal. Producida por las glándulas salivales, es una mezcla de agua, enzimas, proteínas y minerales que desempeña una variedad de funciones esenciales para una boca funcional.
Actúa como un agente de limpieza natural en la boca, ayudando a eliminar los restos de alimentos y bacterias que pueden causar caries y enfermedades de las encías. Además, tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas que ayudan a combatir las infecciones y a mantener el equilibrio de la microbiota oral. También ayuda en la digestión al descomponer los alimentos con sus enzimas y facilitar la deglución.