A la hora de irse de vacaciones, los viajes extensos, las jornadas agobiantes o la posibilidad de estar lejos de los especialistas puede acobardar a alguna futura mamá. Pero el turismo no es incompatible con el embarazo si se tienen en cuenta algunas precauciones.
Una sugerencia es que la decisión del destino y la distancia de viaje se consulten con el obstetra para evaluar las mejores opciones. Si se planifica un lugar lejos, la época más segura para desplazarse será entre la semana 18 a la 24 ya que es cuando la mujer se siente mejor, en general ya sin vómitos ni náuseas. También es cuando el riesgo de sufrir un aborto espontáneo o un parto prematuro es menor.
Otro punto a evaluar es que las condiciones higiénico-dietéticas sean las adecuadas en el lugar elegido para hospedarse y en la ciudad. Averiguar de antemano la disponibilidad y calidad de atención médica y conocer las ubicaciones de los centros de salud para saber dónde ir en caso de urgencia.