Escándalo en el fútbol femenino. En las últimas horas, Maira Sánchez, jugadora de Rosario Central, contó en sus redes sociales que fue echada del plantel por la entrenada Roxana Vallejos por haberse besado con una compañera: “¿A dónde están las personas que defienden nuestros derechos? ¿Por qué no se me valora como deportista?”, se lamentó.
De acuerdo al relato de Sánchez en su cuenta de Instagram, el hecho sucedió el 9 de noviembre pasado, y la entrenadora le comunicó la decisión de que no continúe en el plantel porque se había besado con otra futbolista dentro de las instalaciones del club.
Por su parte, Carla Facciano, máxima referente del femenino en el club, negó la acusación y expresó que el alejamiento de Maira tiene que ver exclusivamente con decisiones basadas en “aspectos estrictamente deportivos”. A la vez que agregó: “Consideramos que necesitamos un recambio y mayor profesionalismo en el femenino, por eso avisamos con tiempo esta decisión. No hay nada más atrás de esto”, concluyó en declaraciones al diario La Capital.
⚠️Siguen las despedidas en Central. Lo que narra Maira Sánchez es muy fuerte.
Sus palabras ???? pic.twitter.com/iZDU2K9D0W— Bian Ossola (@bianossola) December 29, 2021
La carta completa de Maira Sánchez
Hoy debo despedirme del club Rosario Central. De estos colores que amo desde la cuna, que orgullosa y respetuosamente defendí por 6 años. Me llevo mucho aprendizaje, muchas amigas y recuerdos increíbles porque acá pude cumplir mi sueño. Por motivos extrafutbolísticos y de una manera muy injusta no voy a vestir más esta camiseta.
El 9/11/21 me llamaron a uno de los vestuarios y a solas me comunica nuestra DT que me echaba del plantel “profesional” por haberme, supuestamente, besado dentro del club con una compañera. A dónde está la Secretaría de género? A dónde están las personas que defienden nuestros derechos? Por qué no se me valora cómo deportista? Acaso mi vida personal tiene más peso que mi rendimiento deportivo?
Espero que de ahora en adelante no se encierren en un cuartito después de los entrenamientos para ser profesionales, para poder tener contrato, para sentirse importante, para poder gozar de beneficios y privilegios, porque ese no es el fútbol femenino que queremos y menos en Central. Ojalá puedan aprender los verdaderos valores que este deporte tan lindo tiene y que además sea un espacio en donde no confundan las cosas personales con la disciplina. Eternamente agradecida a las personas que siempre me apoyaron. Que viva el FÚTBOL Y CENTRAL”.