El mundo del tenis sigue llorando el retiro de Roger Federer. “Su Majestad” dejó más que un buen recuerdo, sino que marcó un antes y después en la historia del deporte blanco. Su imagen y elegancia se volvieron el prototipo de excelencia en el circuito, el jugador con el que todo niño sueña en convertirse.
Pero la pregunta que más sonó en los últimos años fue: ¿Qué sería de Roger Federer sin Rafael Nadal?. La rivalidad entre el suizo y el español fortaleció a ambos a lo largo de los años, impulsando a cada uno a ganar más y más. Luego se sumó Novak Djokovic a la ecuación, creando el Big Three, pero los dos héroes de esta historia ya estaban definidos. Si bien el manacorí destacó hace no mucho que la relación con su némesis deportivo era de “buenos amigos, más no íntimos amigos”, José Morón de Punto de Break reveló una anécdota del pasado que demostró el feeling entre ambos.
El primer partido que enfrentó a Nadal y Federer fue el 28 de marzo de 2004, en el Masters 1000 de Miami, donde el balear se impuso al oriundo de Basilea, que ya era número 1 del mundo… pero esto fue el comienzo de la rivalidad en el singles. La realidad es que la primera vez que se vieron las caras en el court fue en la primera ronda del dobles de Indian Wells.
Tras el partido, las hoy leyendas del circuito intercambiaron algunas palabras en la red y posteriormente en el vestuario, donde “El Maestro Suizo” invitó al “Matador” a sentarse en su box durante su partido ante Juan Ignacio Chela.
La amistad entre ambos tenistas se reforzó en el último tiempo, al punto de que el último partido de Roger Federer como protagonista fue junto a Rafael Nadal, quien acudió a la Laver Cup solo para acompañar a su eterno rival en ese gran momento.