Hace años que F90 es uno de los programas más elegidos por los fanáticos del fútbol. Hoy en ESPN, Sebastián Vignolo, Oscar Ruggeri y compañía, generan debates, entrevistas e información que entretienen a todos los que sintonizan el canal más popular de deportes de nuestra región.
Sin embargo, una de las mentes que hace que el programa se renueve y el público siga pegado a la pantalla, prácticamente no aparece en la transmisión. Se trata del productor Eugenio Sosa, el responsable de poner al aire el debate más caliente del país. Aunque no se lo vea, él está. Es la voz de conciencia del programa deportivo estrella de la Argentina.
Sosa no sólo tiene que mediar entre los personajes del programa, entre los que hay periodistas, ex jugadores y entrenadores de fútbol. Con su equipo de producción, piensan y bucean para que la agenda tenga puntos de discusión. Debe hacer convivir una gran variedad de personajes y personalidades.
El productor lleva varios años del programa en el lomo. Debutó en 2007 formando parte del equipo y fue recién en el año 2014 que se convirtió en la cabeza de la estructura que año tras año le saca jugo a las transmisiones en ESPN.
Por supuesto, Sosa tuvo que renovarse. La emisión dejó de ser un programa que informaba, que tenía entrevistas y algo más para ser un gran show de entretenimiento y debate, en el que las entrevistas son solamente a los top.
Su currículum tiene cobertura de las Copas del Mundo desde Alemania 2006, Copas América, final de Mundial de clubes con equipos argentinos, partidos de la Selección Argentina. Además, cuenta con dos Martín Fierro en su haber. Con una particularidad que tiene un concepto detrás: ganaron en 2008 y 2019, vigencia total.
“Es un sueño para mí trabajar con todos personajes consagrados. A veces me parece normal porque compartimos el programa, los almuerzos, charlas, asados, pero no deja de ser un flash. Yo era chiquito y Ruggeri ya daba la vuelta olímpica en andas en México 86. Además me pone feliz haber conseguido un clima de trabajo tan bueno. Todos vienen contentos al programa. Y hay un sentido de pertenencia único”, dice el hombre de 40 años.
“Todos saben bien su rol. Su personaje. Aunque en realidad, esos personajes no son de ficción sino que tiene que ver con cómo es cada uno. En una sobremesa sin cámaras, cada uno defiende o ataca lo mismo que al aire. Y hay mucha pasión. Eso hace que alguna vez se haya seguido la discusión en tono alto fuera del aire”, agregó.
Este año, gran parte de su equipo se preparan para ir a Qatar y cerrar el año desde el Mundial de fútbol. El sueño de todos es que Messi traiga la Copa del Mundo. Que tenga la única foto que le falta. Y que la festeje con los campeones de la TV.