El mes pasado Tucumán declaró la Emergencia por escasez de agua en todo el territorio. A través de la Resolución 730, se dispuso que la medida implica efectuar un servicio más controlado en la administración del recurso del agua hasta tanto la sequía se modifique.
Federico Diblasi, jefe de distrito en Recursos Hídricos de la provincia de Tucumán, abordó la problemática en diálogo con LV12 Radio Independencia. «Todavía estamos abajo de las medias mensuales. Las que se están dando ahora son lluvias localizadas de gran intensidad como las que hemos estado viviendo en la cuenca alta de El Mollar que han traído esas crecidas y problemas de destrucción de algunas obras civiles como la ruta 307, y en otras partes de la provincia como en el sur». Y agregó que precipitaciones de ese tipo no sirven porque está concentradas en un período de tiempo corto y terminan ocasionando más daño que provecho.
El ingeniero señaló que ante esta clase de tormentas intensas «hay que pensar que todo lo que es para riego o embalse no puede ser utilizado porque el agua viene sucia y tampoco existe infraestructura para captar esos volúmenes de agua». «Seguimos en estado de emergencia por escases hídrica en Tucumán como en la mayoría de las provincias del NOA. Este año viene con un fenómeno de La Niña muy acentuado. Estamos en una situación complicada todavía», añadió.
Obras de uso integral del agua en los valles
El jefe de distrito en Recursos Hídricos destacó que la próxima semana se inaugurarán en los valles calchaquís tres obras nuevas para el uso integral del agua.
Cultura de la utilización del agua
Diblasi remarcó que la primera pata de la mesa que tenemos que estabilizar es la «cultura de la utilización de agua». «Nosotros creemos que tenemos una gran cantidad de recursos, pero no tenemos que dejar de lado que tenemos un invierno-primavera seco, que el clima de Tucumán es así. Toda esta época seca, que tiene que ser seca, es muy similar a la de Mendoza y coincide con mayores requerimientos de agua de las plantas», aseveró.
Indicó que en el caso de la ciudadanía estos meses son los que más se tiene que cuidar. Hay sectores donde se ve escases de agua y en otras no, justamente porque se utiliza para regar o hay un uso indiscriminado en las viviendas.
Explicó que lo que se calcula es la media de 250 litros por persona por día. Y graficó que una manguera abierta durante una hora equivale a 600 o 700 litros de agua aproximadamente. «En eso hay que tener mucha conciencia. Nos falta a nosotros. Esta etapa de sequía no enseña a saber cómo son los comportamientos», finalizó.
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