jueves 09 de febrero de 2023
Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler se han separado después de 8 años de relación. Al mejor estilo de Shakira, el escritor ha realizado su descargo y apuntó contra su pareja en el polémico cuento «Los Vientos». Ahora comenzaron a circular increíbles fotos de la pareja desde sus inicios hasta los últimos días.
La pareja confirmó su romance en 2015 luego de que fueran vistos en una cena romántica. Desde ese momento han comenzado a mostrarse con naturalidad en distintos eventos. Isabel llevabe en ese entonces el cabello hasta los hombros con volumen en la zona de la raíz e iluminada con reflejos en la zona del rostro. Imagen que conserva aún. Por su parte Vargas Llosa mantenía su clásico peinado. La raya a un lado, flequillo con volumen y canas naturales. Ambos lucían elegantes siempre.
Una imagen del 2017, se puede ver que Isabel había realizado una ligera modificación en su cabello. Lo comenzó a lucir un poco más largo y oscuro. Por su parte, el autor de «La fiesta del Chivo» seguía fiel a su clásico peinado. En esa etapa de felicidad de la pareja muchos destacaban que ambos se complementaban hasta en la forma de vestir. Combinaban colores y lucían impecables.
La pareja seguía unida y feliz. Con el paso de los años la pareja se mostraba enamorada y unida. Incluso muchos han destacado el gran estado físico de ambos. Pero el paso de los años hizo que Mario Vargas Llosa necesitara un bastón para poder caminar. Es que por más que se veía espléndido, necesitaba un apoyo para poder trasladarse, como muchas personas de su edad. Informa Voces Críticas.
En los últimos tiempos de la relación se ha visto un pequeño cambio en la imagen de ambos. Isabel cambió el color del cabello y lo llevaba un poco más clarita y con corte midi. El premio Nobel de Literatura, por su parte, empezó a usar el cabello un poco má corto pero con el clásico flequillo y la raya al costado.
En una de sus últimas salidas juntos, antes de su separación definitiva seguían apareciendo impecables y hasta combinando colores y texturas en sus prendas. Es que por ejemplo si Isabel llevaba un vestido rojo, Mario se ponía una corbata al tono y así aparecían sonrientes ante las cámaras.