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jueves 23 de febrero de 2023

La relación entre Camilla Parker y Kate Middleton siempre fue cordial y de respeto mutuo, al menos eso es lo que ambas intentaron demostrar en cada evento público, con el fin de resguardar la buena reputación de la Familia Real.

Para la reina consorte, el resto de las mujeres que integran la corona británica siempre fueron una competencia, en particular por el deseo de sobresalir mediáticamente y causar impacto positivo en los medios.

Quizás por esa razón, la esposa de Carlos III haya iniciado distintos tipos de tratamientos de belleza para combatir los signos de la vejez y estar a la altura de la esposa del príncipe Guillermo, una de las royals más bonitas de Europa.

Con el afán de demostrar superioridad y control de la situación, la madrastra de Harry tomó la decisión de aconsejar sobre distintas cuestiones a Kate, quien no tuvo una respuesta de aceptación y se convirtió en un obstáculo para la reina consorte.

Por ese motivo, Camilla Parker no tuvo otra opción que imponer reglas a Kate Middleton, como no permitir que la llamen por un pseudómino y si como Catalina o también como real Duquesa de Gales.

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En la misma línea, otra prohibición fueron los juegos de mesa, impidiendo momentos de entretenimiento y relax de la nuera del monarca junto a su familia. A eso se suma la prohibición de hablar con cualquier persona ajena a la realeza, para evitar cualquier tipo de filtración de información. Sin dudas, un verdadero tormento.

/Fuente Voces Criticas

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