Mientras se realizan auditorias a distintos organismos públicos para reducir gastos dentro del Estado, el Gobierno encontró una curiosa situación dentro del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
En la sede central ubicada en el barrio porteño de Palermo se descubrió que uno de los empleados del organismo estaba viviendo desde hacía años en la terraza.
Según se indicó el hombre cumplía funciones como “el encargado” de la sede y se encontraba en una pequeña casilla deteriorada, vidrios rotos y paredes descascaradas.