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Este sábado por la tarde se jugó en el Nuevo Gasómetro el partido entre San Lorenzo y Rosario Central. El resultado decantó a favor del “canalla”, que ganó 1-0 y obtuvo un importante triunfo como visitante.

Sin embargo, el juego se vio marcado por dos acontecimientos extradeportivos que atravesaron a la hinchada: el caso de corrupción del presidente del club, Marcelo Moretti, descubierto por una cámara oculta recibiendo una coima, y la muerte del papa Francisco, cuyo funeral e inhumación fue este mismo sábado.

El caso Moretti repercutió entre los fanáticos del “ciclón”, quienes a lo largo del partido, y más aún en la derrota, marcada por el corolario de una bomba de estruendo que cayó en la popular tras el gol a último momento de Rosario Central. En esos momentos gritaron: “Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo”, el clásico canto de descontento político que se popularizó en la crisis de 2001. En esta ocasión, dirigido a la actual gestión que gobierna al club de Boedo, aunque también extensible a toda su dirigencia.

Los insultos a Moretti estuvieron presentes desde el inició de la jornada deportiva, y se entremezclaron con los aplausos y la emoción por la despedida de quien fuera el hincha más celebre de San Lorenzo: el papa Francisco, quien hoy tuvo su funeral en el Vaticano. La hinchada le rindió homenaje desplegando grandes banderas con su imágenes suyas asociadas al “cuervo”.

Asimismo, se coló una interna política alrededor de un polémico viaje hecho por un dirigente del club con destino a Roma para participar del funeral. “Dirigentes, dirigentes, no se lo decimos más, si no llaman a elecciones qué quilombo se va a armar”, disparó la hinchada ante una gestión que se hace añicos con su presidente bajo la lupa de la justicia y el vicepresidente, Néstor Navarro, radicado en Uruguay, quien viajó a Buenos Aires para dar la sensación que de todavía hay gobernabilidad en la institución.