Cristina Kirchner ya cumple su condena a seis años de prisión por la Causa Vialidad desde su departamento del barrio porteño de Constitución, luego de que este martes el juez Jorge Gorini le notificara por videollamada el inicio de su prisión domiciliaria.
Aunque la expresidenta evitó el traslado a Comodoro Py, no quedó exenta de controles: deberá cumplir un conjunto de condiciones impuestas por la Justicia para mantener el beneficio. En caso de incumplir alguna de las reglas, el Tribunal podrá revocar la domiciliaria y ordenar su ingreso a una cárcel común.
Según el fallo al que accedió TN, entre las principales restricciones se destacan el uso obligatorio de una tobillera electrónica —ya ordenado a la Dirección de Asistencia a Personas Bajo Vigilancia Electrónica— y la prohibición de alterar la tranquilidad del vecindario. Específicamente, se le impide realizar actividades que generen disturbios o manifestaciones visibles, como salir al balcón, donde se encuentran decenas de militantes desde que se conoció la condena.