Los jugadores y dirigentes de Racing quedaron el foco de la tormenta por la inminente salida de Maxi Salas a River: aparecieron pasacalles recriminando que “no toda es plata” y pidiendo que “vayan por la gloria” pensando en la Copa Libertadores.

Desde el lado de la Academia acusan a River de “romper el pacto de caballeros” tras ir a fondo por delantero y querer llevárselo por la cláusula de rescisión, tasada en 8.000.000 millones de euros.

“Hay mucha hipocresía… Si vos querés a un jugador, tenés que hablar con él para ver si tiene intenciones de venir. Después viene la charla club a club”, anticipó Marcelo Gallardo días atrás en en una entrevista con ESPN y a su vez le dejó un recado al presidente del club, Diego Milito:

“Vos necesitas saber si el jugador está dispuesto. Con Milito he jugado al padel varias veces, si estuviese enojado me lo habría hecho saber”.

Decisión tomada sin vuelta atrás

Pese al nuevo ofrecimiento de la Academia para Maxi Salas, con una mejora salarial importante para convencerlo de quedarse y no desarmarle el plantel a Gustavo Costas a mitad de año, y antes del cruce de octavos de final de la Copa Libertadores, para el delantero no hay vuelta atrás.

Por contexto y por ser el vigente campeón de la Copa Sudamericana, Racing es uno de los candidatos en la Copa Libertadores: el próximo 12 de agosto abre la serie de octavos de final en Uruguay ante Peñarol y cierra la misma a la semana siguiente en el Cilindro.

El colombiano Duván Vergara del América de Cali sería el reemplazante de Maxi Salas: en las próximas se haría la revisión médica y si todo va bien, sería anunciado como nuevo refuerzo.