En la primavera, ventilar los ambientes se vuelve indispensable para renovar el aire, reducir la humedad y dejar entrar la frescura. Sin embargo, también es la época en la que el polen y el polvo flotan más en el ambiente, lo que puede generar alergias o dejar la casa más sucia. Con algunos trucos simples, podés mantener tu hogar aireado sin que se llene de partículas molestas.
Elegí las horas adecuadas
Lo ideal es abrir ventanas temprano en la mañana o al final de la tarde, cuando la circulación de polen es menor. Evitá las horas del mediodía, sobre todo en días ventosos, porque es cuando más partículas entran.

