Boca vivió un duro semestre, donde tuvo que buscar la regularidad de su rendimiento y de la mano de Hugo Ibarra lo logró. Los jugadores de las inferiores demostraron estar a la altura de la Primera División y el Xeneize llegó a la última fecha como único líder.
También tomó un papel fundamental en el esquema del plantel Juan Román Riquelme, ídolo y vicepresidente de la institución, quien se encargó de unir al plantel de una manera particular: los asados. Cada semana, los jugadores, el cuerpo técnico y los dirigentes se reunían en el predio para compartir una cena, con el objetivo de afianzar el vínculo.
Pero a tan solo días de la definición del campeonato, Riquelme tomó una decisión que indignó a todos los hinchas de Boca: rompió la cábala y el próximo fin de semana no habrá asado. El periodista Augusto César informó para ESPN: “La intención es liberar a los jugadores para que estén con sus familiares y que luego se concentren para el partido del domingo”.
“El asado es parte de un show que están armando. Estos juegan bien de verdad. Comer un asado es para pasar un momento juntos, es tratar de distraerse y distenderse un poco. Se disfruta”, reveló Román, quien prefirió comprender a los futbolistas y darles el tiempo con su familia.